Fue una noche que terminó siendo fantástica. El Fortín dio vuelta el resultado injusto de una derrota que por lo que había hecho, era inmerecida. En tan solo dos minutos, a tres del final, puso patas para arriba el partido con dos gritos de gol para retumbar bien fuerte en la confianza de un equipo que irá este martes, en busca de la clasificación a las semis de la Sudamericana.

En la previa al cruce con Racing que abría la segunda fase de la Copa Diego Maradona y ya sin chances de campeonar para ambos, todo servía para poner bien a los equipos pensando en la próxima semana, ya que tanto uno como el otro, se juegan cosas importantes tanto en la Sudamericana como en la Libertadores.

Pellegrino dosificó piernas pensando en la vuelta de cuartos ante la Católica en Chile; misma fórmula que planteó Beccacece para su equipo, pensando en la ida de cuartos de la Libertadores ante Boca.

Los dos les daban chances a varios juveniles de tener su oportunidad, en un tramo de la competencia que permite darles rodaje.

Así se dispuso de un primer tiempo en donde sobraron las buenas intenciones, pero faltaron las situaciones y las jugadas de riesgo. Tan sólo fueron dos situaciones las que dispuso con claridad el local. Un cabezazo de Bouzat al palo lejano y un remate de Lucero (tras una contra y habilitación del Chiqui) que terminaron ambas en manos de Ibánez. Luego, fue todo previsible y hasta por pasajes con mucho juego para atrás.

Sin embargo, el complemento se guardaba una buena carta sobre el final.

Fue Vélez el que con las variantes terminó imponiendo su idea, ante un Racing que con el correr de los minutos fue jugando bien parado atrás con dos líneas de cuatro en su propio campo. Por peso específico el Fortín trataba de llevar peligro al arco rival, buscando ponerse en ventaja. Pero en una jugada desafortunada para el guardameta velezano, la Academia se puso en ventaja con un tanto de Tiago Banega. Iban 34 minutos de la segunda etapa y todo parecía volverse cuesta arriba.

Pero lejos de quedarse en la lona, Vélez se levantó y luchó. Mire sí luchó. Los tres que ingresaron para cambiarle la cara al equipo en el último tramo del campo, se asociaron y dieron frutos. El Pibe Versaci habilitó a Tarragona que se filtró en la defensa y sólo fue a encarar a Matías Ibáñez. El delantero abrió su pie y definió abajo. Gol y justicia. Minuto 42. El conjunto fortinero lo empataba a poco del final.

Dos minutos más tarde, casi sacando del medio Racing, estalló la noche. Pelota profunda por la banda a Tarragona que se llevó a la rastra a Prado, para llegar hasta el fondo y ver como ingresaba Janson por el otro lado solo pidiendo a gritos el pase. La asistencia llegó y el 11 bravo la cambió por gol. Gol, justicia y desahogo. Minuto 44. Vélez daba vuelta la noche, con autoridad y sobre el final. Los dos goles que necesita en 90 minutos en Chile para dar vuelta la serie, los conseguía en tan sólo dos, ante Racing en casa.

En el día donde el club encontró pasaje a la Libertadores tras siete años de una larga ausencia, lograba una victoria resonante, con objetivos cumplidos en minutos de juego a pibes de la cantera como Fernández, Versaci, Orellano, Cáseres, Brizuela y Mulet que serán importantes para el futuro.

Abrazos para el final y la promesa fuerte de ir en busca el martes de la ansiada clasificación en la Sudamericana.