Partido muy caliente y friccionado en Liniers, en la noche del domingo. Por la fecha 13 de la Superliga, Vélez y Boca igualaron sin tantos en un encuentro al que le sobró roce, pero que careció de de juego en muchos pasajes.

Con un Estadio José Amalfitani a tope y un clima ensordecedor, se recibió al equipo de Gabriel Heinze, que llegaba con la ilusión de acercarse a la cima, potenciado por los resultados obtenidos por los demás equipos.

El Míster mantuvo en cancha a los mismos que venían de igualar en cero ante Central Córdoba en Santiago; dándole continuidad al gran momento de Alexander Domínguez.

Desde el vamos y con el clima que se retroalimentaba de la tribuna al terreno, el juego comenzó a levantar temperatura. Vélez se plantó en campo con la posesión y disputó cada pelota como la última, marcándole el terreno a un Boca acostumbrado a la fricción. De ahí llegaron un par de roces entre los protagonistas, que rápidamente Loustau frenó repartiendo amarillas para Lisandro López y Leandro Fernández.

La primera situación de riesgo fue para la visita. A los seis minutos, Alexis Mac Allister envió un centro al área que cabeceó el 19 de Boca, pero encontró una respuesta fantástica del arquero ecuatoriano. La réplica la tuvo Leandro Fernández, a los 16, con un tiro libre fortísimo desde la banda izquierda que exigió a Andrada en el primer palo.

El pulso lo marcaba el ritmo intenso conjugado con el calor que bajaba desde las gradas. Al punto tal que en la primera etapa se repartieron cuatro amarillas y un sinnúmero de infracciones.

El trámite tuvo momentos cambiantes en la segunda mitad. Una doble falta de Frank Fabra ante Agustín Bouzat, le valió la doble amarilla al colombiano que a los 16 minutos, dejó a su equipo con un hombre menos.

Vélez claramente se paró a jugar en campo rival. Los de Alfaro replegaron líneas y se refugiaron a cuidar el punto en las cercanías de Esteban Andrada. Se agigantó la labor de Fernando Gago, quien intentó asociarse en la elaboración con Nico Domínguez y Lucas Robertone.

El Fortín movió la pelota buscando espacios pero la resistencia de un equipo cerrado atrás, complicó sus chances. Por eso, ingresaron Thiago Almada y Maxi Romero; y más tarde vio luz Álvarito Barreal. Los de Heinze buscaron por todo lo alto del campo para tratar de torcer el destino del encuentro, pero entre la impericia para concretar y la buena performance de Andrada, el marcador quedó en cero.

¿Pudo ganarlo Vélez? Sí, con un cabezazo de Lucas Janson que se fue desviado por el palo más lejano del arco defendido por el golero de la Selección Argentina. También lo tuvo Fernández con un tiro que dio en el travesaño. Maxi Romero ensayó una gran media vuelta que obligó a una soberbia intervención de Andrada. Las pocas veces que la visita llegó, lo encontró muy seguro a Alexander.

El punto tiene ese sabor de no haber aprovechado la situación de dar el golpe hacia lo más alto, y está justificado en la poca eficacia para concretar. Sin embargo, el equipo muestra una solidez defensiva que sostiene sin recibir goles en más de cuatro juegos; un claro síntoma de un crecimiento colectivo muy grande.