Pocos encuentros en la previa generaban tanta ansiedad como éste que disputaron Vélez y River. Por presente de ambos equipos y la idea de juego que intentan plasmar ambos, fue sin dudas el partido de mayor atractivo de la fecha. Más allá del resultado, no defraudaron en emociones y juego.

Si bien fue victoria del conjunto Millonario, el Fortín mostró un muy buen rendimiento en el primer tiempo, donde tuvo chances de ponerse arriba en el marcador en más de una oportunidad.

En la previa del encuentro disputado en Liniers, Gabriel Heinze mostró un dibujo distinto al que suele ubicar en cancha, teniendo en cuenta el juego del conjunto de Gallardo en mitad de cancha. Le dio ingreso a Pablo Galdames por Hernán De La Fuente, sumando un volante a la línea media, dejando tres en el fondo. Una variante que sumada a la intensidad que le imprimió el equipo en la primera etapa, fue importante para maniatar a River y disponer de algunas situaciones para concretar.

Buena presión y juego a un toque donde siempre la supremacía era de Vélez. Avisaba Laso con una media vuelta que se fue sobre el travesaño y Lucas Robertone por milímetros no desvió con la cabeza una pelota profunda que hubiese descolocado a Armani, que de todas formas respondió bien.

La presión alta de Vélez fue tan intensa que en una salida de Pinola, llegó la jugada del penal. Robertone presionó la salida del defensor y al recuperar el balón, encaró para el área riverplatense. Allí y con Pinola recuperando de la posesión, Lucas metió un enganche que el defensor pasó de largo, tocándolo en la rodilla y cometiéndole penal. Pena máxima que Rodrigo Salinas ejecutó desde los doce pasos pero que Armani (mérito del 1 en aguantar hasta lo último), tapó con los pies mientras se recostaba a su izquierda, con un reflejo soberbio. Rodrigo que buscaba sacarse la mufa, no pudo reponerse al penal. Sobre todo, porque minutos más tarde, el Potro tuvo una nueva chance y en dos tiempos (a puro reflejo) el arquero de la Argentina volvió a tapar abajo.

Vélez sintió el impacto y comenzó a cederle en parte la tenencia a los de Gallardo, que hasta el momento habían realizado poco y casi sin peligro al área que defendía Hoyos. Un remate de Exequiel Palacios se fue cerca del poste derecho, pero poco más. El equipo del Míster fue claramente superior en el primer acto que el Campeón de América.

El gol de Rafael Santos Borré a los tres minutos del complemento a pase de De La Cruz, fue un mazazo para el Fortín. El punta millonario definió perfecto, picándole el balón a la salida de Hoyos y para cambiar los libretos del juego. 

Con la necesidad y el impacto, el local comenzó a apurarse y por ende, a cometer errores. Sumado al cansancio del desgaste del primer tiempo, llevaron al extremo la imprecisión ante un equipo que no te perdona. Porque así y todo, Vélez se las ingenió para convertir a Armani en figura. El 1 le tapó el empate a Nicolás Domínguez, que buscó de media vuelta y el arquero a puro reflejo contuvo junto al palo.

A poco del final, el ingresado Matías Suárez (en lugar de Pratto que se retiró ovacionado por el hincha velezano) se escapó a la marca de Giménez, quien lo tomó arriba dentro del área. Penal y expulsión. Juanfer Quintero cambió por gol y la historia parecía sentenciada. 

Pero con amor propio, Vélez fue y el ingresado Álvaro Barreal definió a red una serie de rebotes entre tapada de Armani y palo; para poner el descuento, las chances a tres minutos del final y su primer grito en la máxima categoría.

Nada cambió y el final cayó en Liniers. El conjunto fortinero dejó su racha positiva de 14 juegos sin derrotas en casa; pero una buena imagen de plantarse a jugarle inteligente en buena parte del juego a un equipo afianzado como River.

Hay revancha este viernes, en otro encuentro apasionante frente a Huracán. Dale Ve, que no ha pasado nada.