Nació en La Plata un 4 de junio de 1988. Comenzó a perfilar su amor por el fútbol en Defensores de Cambaceres hasta que las Inferiores de Boca fueron por él. Un tendal de equipos fueron pasando hasta demostrar quién era verdaderamente este delantero grandote, algo encorvado y de fuego sagrado. Puntualmente cinco instituciones más (Tigre, Lyon Oslo de Noruega, Unión, Universidad Católica de Chile y Génova de Italia), sumado a otro breve paso por Boca, sirvieron de preámbulo para desembocar en 2012 a lo que él mismo definiría con el tiempo como "mi lugar en el mundo". Lucas se puso la V en el pecho y nada volvió a ser como antes.

Antes de disfrutarlo tuvimos que padecerlo. 4 de marzo de 2011, la Católica venció al Fortín 4-3 en Liniers por Copa Libertadores y el Oso se  despachó con dos goles. Ahí fijamos sus ojos en él y al verano siguiente se concretó su arribo a Liniers.

La directiva de aquel entonces logró repatriarlo del Génova a préstamo por un año y en principio, sólo estaba habilitado para disputar el máximo certamen continental. Debut con la V el 22 de febrero ante Chivas de Guadalajara en el Amalfitani y asistencia para el gol Federico Insúa en el 3-0 global. Pratto arrancaba con el pie derecho.

La lesión del por entonces juvenil Emmanuel Olivera provocó que Lucas sea inscripto finalmente también para el certamen doméstico. Le tomó un semestre ir encontrando su mejor nivel y para el Inicial del 2012, empezó a jugar en "modo leyenda". Aquel campeonato hizo dupla de ataque con Facundo Ferreyra y juntos trazaron una dueto letal, señalando entre ambos 17 de los 28 goles que obtuvo el Vélez Campeón de Ricardo Gareca. El Oso gritó en 7 oportunidades y una de ellas, resultó un punto de quiebre emotivo: agónica conquista sobre el epílogo en Floresta para encaminar el 1-0 (luego el Chuky marcaría el segundo) en un triunfo clave para lograr la 14º estrella. La angustia vivida en el partido fue total y el abrazo revolcándose en el piso entre el Tigre y el Turu Flores, la síntesis perfecta del terremoto de sensaciones.

A comienzos de 2013, con el préstamo ya extinguido, se logró comprar el pase al Génova. Fue una inyección aún de mayor confianza para Lucas que continuó consolidando su nivel. El Fortín disfrutaba de sus goles pero el dolor se hacía carne luego de quedar eliminados en los Octavos de Final de la Libertadores a manos de Newells. Unos meses después ante el mismo rival, pero en la Superfinal de Mendoza, Pratto se ofreció genio y figura para conseguir el segundo título en el Club al marcar el 1-0 y así abrazar el trofeo de Primera División 2012/13.

Solidario adentro y fuera de la cancha. Dueño de un empuje total a fuerza de potencia y corazón. Trazó corridas memorables arrastrando rivales, como en la Final de la Supercopa Argentina a inicios de 2014 en San Luis, para asistir a Tito Canteros y abrochar un nuevo título, el tercero en dos años. A fines de esa temporada, se encolumnó como máximo artillero del Torneo Inicial junto a Maxi Rodríguez (NOB) y Silvio Romero (Lanús) con 12 dianas cada uno. 

El 28 de noviembre de 2014, por la fecha 19, jugó su último partido en El Fortín: se despedía con dos goles en el triunfo 2-0 ante Defensa y Justicia en Florencio Varela.

La transferencia al Atlético Mineiro para la temporada 2015 fue un premio a su sólido rendimiento y un respiro para las arcas velezanas. Luego, pasearía su potencial también por Sao Paulo, River Plate y Feyenoord de Holanda donde hoy se recupera de una dura lesión en su tobillo derecho.

Muchas Gracias, Lucas. Por esas actuaciones supremas, llenas de heroismo y gloria, por tus 128 partidos y 43 goles en Vélez. El amor de los hinchas fortineros hacia vos, es la clara muestra de agradecimiento eterno por alguien que sintió tanto los colores. Viviendo, jugando así, dejaste las puertas abiertas para volver cuando quieras a tu lugar en el mundo.