Diferente quizás sea el adjetivo más adecuado para calificarlo. Nacido el 16 de mayo de 1971, formado en las divisiones menores del Club, hasta su arribo a la tercera división José Oscar Flores fue un defensor central que asumía muchos riesgos con la pelota en los pies, característica por la cual, su DT de entonces, el Piloto Héctor Bentrón, poco afecto a los peligros cercanos al arco propio, decidió ubicarlo como delantero, y ese acertado cambio posicional permitió que pudiéramos disfrutar de un futbolista de elite, un distinto.

El Turu estaba dotado de una enorme gama de recursos. Manejo de ambos perfiles con idéntica eficacia, buen remate, gambeta y freno desnivelante en el mano a mano, potencia y caudal goleador.

Se estrenó en Primera División el 28 de abril de 1991, promovido por el entrenador Roberto Rogel, en un cruce con caída por 2 a 0 ante Boca, en la Bombonera, por el 10º capítulo del Torneo Clausura.

Debió aguardar hasta la llegada de Carlos Bianchi para ganarse un lugar entre los indiscutidos titulares y conformó una dupla atacante letal junto a Omar Asad, un dueto de tanques que nos legó las mayores alegrías, en conjunto con el resto de sus compañeros de batalla. Entre 1991 y 1996 José Oscar Flores participó en 181 compromisos y anotó 56 conquistas.

Su exitoso legajo en Vélez acredita seis títulos: tres locales (Clausura 93 y 96, Apertura 95) y tres internacionales (Interamericana 96, Libertadores 94 e Intercontinental 94).

Aconsejado por el Virrey, de quien mucho aprendió sobre como definir ante los arqueros adversarios, Flores fue top scorer  del Apertura 95 con 14 gritos y fue decisivo, con dos anotaciones, en la obtención de la Copa Interamericana.

El 10 de diciembre de 1995, por la 18ª jornada del Apertura, el propietario de torso robusto y piernas cortas, pinceló y fileteó una excepcional acción individual repleta de chiches, dejó en el camino a todo defensor rival que significaba un escollo, y le convirtió a Belgrano el segundo tanto del partido -también había conquistado el del quiebre del cero- definición que sellaba el marcador ante los Piratas y aproximaba al equipo a una nueva coronación. Ese gol, guardado in eternum en nuestras retinas, es considerado por muchos como el mejor de los cerca de cinco mil conseguidos por Vélez en la era profesional.

Un lustro gozaron los hinchas de ese talento con ribetes potreriles hasta que fue trensferido al futbol español. Fue ídolo y figura, primero en Las Palmas -hoy se desempeña como asesor futbolístico en esa Institución- y en La Coruña, entidad con la que se consagró campeón de la Liga española. Su muy positivo paso por la península registra estadías en el Valladolid, el Mallorca y el Ciudad de Murcia. De regreso a la Argentina militó brevemente en Independiente, encajonó los botines en Aldosivi en el 2006 y post esta fugaz estadía en el tiburón marplatense desplegó los últimos fugores de desequilibrio estético en el balompié de Noruega.

Retornó a su casa en el 2009 como ayudante de campo de Ricardo Gareca. Colaboró con el Tigre en el creación de un XI que capturó cuatro coronas domésticas (Clausura 09 y 11, Inicial 12 y Superfinal 13).

Cuando el Flaco se alejó del cargo en el 2014, el Turu tomó las riendas del equipo y bajo su comando, acompañado por Héctor Almandoz, el grupo se adjudicó en San Luis, en el Estadio Juan Gilberto Funes, la Supercopa Argentina 2013, última vuelta olímpica de Vélez hasta estos días. Un recorrido fallido en Defensa y Justicia, y la vuelta ya mencionada a la Unión Deportiva Las Palmas como asesor, completan la ficha de esta figura, que con sus fintas y sus festejos, llenó de felicidad al hincha velezano.

Hoy cumple 50 años José Oscar Flores, un entretenedor eficaz, un artista con la pelota en los pies.

¡Feliz cumple Turu!