?¿Quién fue el raro bicho

que te ha dicho, che pebete

que pasó el tiempo del firulete?

Por más que ronquen

los merengues y las congas

siempre fue tiempo para milonga [...]?

Y entre baldosas el tiempo se detiene mientras ensaya una pirueta más sobre el balón sediento de gambeta. Así caen los rivales derrotados hundidos en la humillación de encontrarse enredados en una danza sin pareja y sin piernas. Y ahí va la redonda... mareada y levemente alucinada con un toque sutil a descansar en el fondo pegadita a la red elevando gritos sagrados de gol. Mientras, él dibuja en su mente otras obras que luego llevará a sus pies, aún cuando el éxtasis de lo conseguido ronda en el aire.

José Oscar Flores, el pibe de melena sujeta por un lazo que desparramaba jugadores en su andar cansino y fugaz, como esas paradojas místicas del fútbol. El Turu, ese que se vistió de grande con un traje de gala y una V azul en el pecho recorriendo Tokio. Nacido un 16 de mayo. Nacido en Vélez un 28 de abril. Nacido en el fútbol mundial hace ya unos años un 1 de diciembre.

?[...] Vos dejá nomás que algún chabón

chamuye al cuete

y sacudile tu firulete,

que desde el cerebro al alma

la milonga lo bordó.

Es el compás criollo y se acabó [...]?

Alguna vez, Carlos Bianchi dijo de él, ?Por cualidades técnicas es, para mi, el mejor atacante del fútbol argentino. El día que entienda que el gol vale igual empujando la pelota frente al arco que gambeteando a cinco rivales será una cosa seria... Está en camino de hacerlo y para mi sería una satisfacción muy grande?. Y menos mal que algunas veces no le hizo caso, sino que sería de nuestras retinas sin aquella apilada frente a la popular local en el mismísimo Amalfitani, donde las camisetas celestes se chocaban entre si, donde las almas bajaban desde las gradas para acompañar al balón en su zigzag incontrolable e inesperado. Pero también que otras si lo escuchó, sino no hubiese gritado esos 14 goles en el clausura del 95, convirtiéndolo en el máximo artillero en ese torneo del fútbol argentino.

?[...] Pero escuchá... fijate bien,

prestale mucha atención.

Y ahora batí si este compás

no es un clavel reventón;

es el clavel, es el balcón,

es el percal, el arrabal,

el callejón, y es el loco firulete

de algún viejo metejón.?

El tiempo lo llevó a vestirse de otros colores y sentimientos. Mientras tanto, el césped del Amalfitani acuna las huellas de sus hazañas. En ese viejo vestuario, debajo de la popular, descansa una TANGO de las tres tiras de la que algunos cuentan que se la escucha sollozar habitualmente en las tardes de domingo.

JOSE OSCAR FLORES

José Oscar Flores nació en Buenos Aires el 16 de mayo de 1971. Marcador central devenido por decisión del entrenador de juveniles Héctor Bentrón en un delantero vigoroso de piernas cortas y propietario de una extraña capacidad  técnica, Flores está ubicado en el altar de los elegidos de la centenaria historia velezana.

Surgido de las divisiones menores de Vélez Sarsfield debutó en la máxima categoría el 28 de abril de 1991 en el marco de una derrota ante Boca Juniors por 2 a 0 en la Bombonera.

Desde ese día alternó en la alineación titular deslumbrando con su melena negra y su gambeta indescifrable.

El reconocimiento generalizado lo alcanzó en el Torneo Clausura de 1993 de la mano del técnico Carlos Bianchi. El ?Turu?, su seudónimo, convivió en el ataque fortinero con Esteban González y Omar Asad, y contribuyó con su desequilibrio para lograr el esperado título autóctono tras 25 años de sequía.

Sus goles y sus quiebres de cintura resultaron vitales para la obtención de los logros más trascendentes de nuestra institución: La Copa Libertadores y la Copa Intercontinental de 1994, siendo protagonista de ambas finales con el dígito 11 en la espalda.

Flores se transformó en el máximo artillero de las competiciones locales en el Clausura 95 al anotar 14 tantos.

Actor fundamental de la etapa deportiva mas éxitosa del club, en la retina de toda la parcialidad fortinera quedó grabada una imagen, la postal imborrable de su joya artesanal elaborada en el Amalfitani, ante Belgrano de Córdoba, el 10 de diciembre 1995, por la 18ª fecha, un derroche de habilidad y potencia al servicio de la efectividad y la estética. Un gol en el que desparramó defensores rivales en medio de una corrida épica, y que se posiciona en el podio de los más bellos de nuestro siglo de vida. Un gol que sirvió para afirmar las pretensiones de obtención de otra estrella, el Apertura 95.

Un doblete con su sello rubricó la consagración en la Copa Interamericana frente al Cartaginés costarricense el 17 de febrero de 1996.

Se despidió de Vélez, club al que ingresó a los ocho años, luego de colgarse otra medalla, la del Clausura 96.

Dos veces se calzó el atuendo albiceleste y defendió la casaca nacional.

Su legajo como futbolista de Vélez Sarsfield acredita 3 coronaciones locales: Clausura 93, Apertura 95 y Clausura 96; y 3 galardones internacionales: Libertadores 94, Intercontinental 94 e Interamericana 96.

El punta que descollaba por el carril izquierdo, aunque manejaba con la misma eficacia ambos perfiles, jugó en las filas del Fortín 181 encuentros y anotó 56 tantos.

El ?Turu? emigró a España y defendió durante dos temporadas los colores de la Unión Deportiva Las Palmas. En el equipo canario compartió vestuarios con su ex compañero Walter Pico y fue dirigido por un ?amigo? de la casa, Ángel Cappa. Ídolo de la afición, sus 35 gritos en 68 participaciones y sus notables actuaciones generaron el interés del Deportivo La Coruña que adquirió su pase y lo incorporó a su plantilla para disputar la Liga en el período 98/99. El cuadro gallego se alzó con el certamen y el atacante argentino registró una planilla de 14 anotaciones en 36 compromisos.

Carente de oportunidades se marchó al Valladolid al año siguiente, lugar donde marcó una conquista en 8 presentaciones.

Su peregrinaje por la península ibérica incluyó pasos por el Mallorca (12pj, sin goles) en 03/04 y  por el Ciudad de Murcia de la segunda división española (22pj, 3g).

En el 2004 regresó a la Argentina y reforzó, con escasa fortuna, -clavó 4 dianas en 19 cotejos- el plantel de Independiente de Avellaneda.

José Oscar Flores cerró su ciclo como futbolista profesional en Aldosivi de Mar del Plata disputando 15 duelos con 6 conquistas.

Los números finales de su trayectoria como jugador de fútbol indican que Flores infló las redes adversarias en 116 ocasiones y estuvo presente en 381 partidos.

Se unió a Diego Maradona en el espectáculo futbolístico denominado Showball, recorrió el mundo y fue contratado, junto a Matías Almeyda, por el Lyn Oslo de Noruega pero finalmente no exhibió su talento en elconjunto nórdico.

Del 2009 al 2013, se sumó como estrecho colaborador, al cuerpo técnico de Ricardo Gareca. Con el ?Tigre? consiguió los campeonatos Clausura 09 y 11, el subcampeonatodel Apertura 010 y accedió a las semifinales de la Copa Libertadores 2011 y Copa Sudamericana 2011; además del Torneo Inicial 2012, la Super Final 2012/2013.

Desde enero de 2014 asumió como entrenador del Fortín debutando con un título en la Supercopa Argentina 2014 ante Arsenal de Sarandí en San Luis. Fue un año de mucho aprendizaje y crecimiento con un estilo de juego ofensivo que le dio buenos resultados. Clasificó a Vélez a Libertadores del 2015, logro que fue mas tarde quitado en los escritorios. Una historia plagada de Gloria.

Todos los Goles del Turu Flores en Vélez