El Fortín llegó a Avellaneda con la cabeza puesta en el cruce del próximo miércoles por las Semifinales de la CONMEBOL Libertadores ante Flamengo, para eso Medina preservó a la mayoria de sus titulares y sólo Lucas Hoyos apareció en el once inicial.

La versión ofrecida por Vélez en la primera mitad fue de los rendimientos más bajos en el torneo, porque tuvo problemas en el fondo, se llenó de dudas en el medio y careció de claridad y peso arriba, como para poder inquietar a Sosa.

El gol tempranero de Alan Soñora le dio tranquilidad al local y multiplicó los problemas de los de Liniers, que nunca pudieron acomodarse y se repitieron en el traslado lento e impreciso de la pelota.

El complemento fue muy distinto porque pese al bajo nivel del juego, Vélez salió a buscar el empate y adelantó sus lineas. Si bien no dispuso de muchas ocasiones claras, al menos tuvo la oportunidad de inquietar al fondo rojo, sobre todo después de los cambios impuestos por el Cacique, con los ingresos de Lucas Pratto, Lucas Janson, Walter Bou y Nicolás Garayalde, que le cambiaron la cara al equipo y llevaron a Independiente a refugiarse atrás y cometer errores que pusieron en vilo su triunfo parcial.

En el epílogo, la búsqueda tuvo su premio y la cabeza de Pratto provocó el desahogo y evitó la derrota. Incluso en el descuento, El Fortín fue por los tres puntos, que hubiesen sido un premio excesivo para un equipo que mostró su peor cara en el primer tiempo y una importante mejora en el complemento.

Vélez se fue del Libertadores de América con la frustración de una victoria postergada, pero con el envión anímico que le dio empatar sobre el final, al menos para no quedarse con las manos vacías. Ahora, todo aputará al histórico cruce del miércoles, en casa y listos para vivir una verdadera fiesta.