Vélez profundizó su racha negativa y perdió 0-1 contra Colón, en casa. El Fortín mostró una de sus peores versiones en la temporada. Fue superado por el campeón vigente del fútbol argentino y no le salió nada bien, en la fría y lluviosa tarde del Amalfitani.

El equipo de Pellegrino mantuvo el esquema táctico y los nombres que repitió en los últimos tres encuentros, pero estuvo inconexo como pocas veces y ni siquiera pudo lucir el manejo y la posesión prolija. Fue una versión deslucida que lo llevó a jugar de manera incómoda un partido que nunca le quedó a tiro. Porque se vio superado en muchos pasajes del encuentro y forzado a pararse cada vez más cerca de Lucas Hoyos.

Su rival no tuvo una actuación descollante, pero en base a orden táctico, inteligencia y dinámica, complicó a un Vélez que viene golpeado, que sufre cuando lo atacan y no lastima cuando intenta llegar al arco contrario. 

Durante la primera mitad, el planteo de Eduardo Domínguez fue esperar, achicar los espacios hacia atrás para no pasar sobresaltos y salir rápido de contra para buscar alguna chance. Por el lado del local, se mostró inconexo de tres cuartos de campo hacia adelante y sin explosión como para romper los obstáculos que le colocaba el rival. Luca Orellano fue la única esperanza de ataque, pero nunca pudo terminar bien uno de los tantos arranques que tuvo. Todas las acciones ofensivas perdieron fuerza a medida que se acercaron al área.

Recién a los 30 minutos Lucas Janson tuvo la primera llegada, cuando tomó un rebote que le quedó a sus pies y la tiró por arriba. Un minuto después respondió Colón, con un disparo lejano de Delgado que se fue cerca. Esas fueron las únicas situaciones de la primera parte, en la que Vélez tuvo intenciones pero no pasó de eso. El equipo no encontró sociedades para aprovechar los errores que el sabalero dio en el fondo durante la etapa inicial.