Con la madurez que genera una estadía lejos de casa, y en un fútbol y una sociedad tan desarrollada como la holandesa, Maxi vuelve al Club que lo vio crecer como futbolista, y donde se fue convirtiendo en un delantero de grandes condiciones, una promesa de presente y futuro prometedor. Minutos después de sellar su vinculación con Vélez y posar con la camiseta, Maximiliano Romero brindó su testimonio y expresó sus primeras sensaciones ante el Sitio Oficial.

Producto de la vasta cantera velezana, Romero (Buenos Aires, 9-1-1999) arribó a Vélez a sus 6 años. Cursó todas las Divisiones Infantiles y comenzó a erigirse como un delantero de gran poder ofensivo. Su paso por el Fútbol Juvenil del Club, potenció aún más sus dotes: convirtió 50 goles en Inferiores en los años de Novena (17) y Octava (33). Esta última División lo catapultó a Reserva donde debutó marcando un gol en la victoria 2-1 ante Godoy Cruz, el 22 de noviembre de 2014.

Al año siguiente, bajo la dirección técnica de Miguel Russo, subió a entrenar con el primer equipo pero su estreno en la máxima categoría sería un año después, el 8 de febrero de 2016, con Christian Bassedas en el banco, en la derrota 1-0 ante Sarmiento en Junín. Con la divisa velezana completó 46 partidos (26 como titular) y marcó 9 goles. Esos números le valieron la posibilidad en diciembre de 2017 de ser transferido al PSV Eindhoven de Holanda, entidad en la que jugó durante el último año y medio y hoy lo cede a préstamo al Club que lo vio nacer.