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Impagnatiello: “Trabajo para que me recuerden como una leyenda”

Sin un karategui entre sus prendas de uso diario, ni estar pisando un tatami, ese espacio de 10 x 10 donde brilla su fuego interior, Luca Impagnatiello no detiene sus ganas de seguir haciendo historia ni siquiera en cuarentena. A sus 21 años tiene muy claro lo que quiere.

Por Diego Guitian

Protagonista destacado de las páginas doradas el Polideportivo Velezano, Impagnatiello se propone desafiar el aislamiento obligatorio. Claro que no lo rompe, pero lo utiliza para plantar nuevas metas luego de un 2019 soñado donde se erigió como una de las principales caras de Karate nacional. El joven de 21 años, criado en las entrañas del deporte fortinero, siempre va por más.

"Se extraña la vida fuera de casa pero trato de ocupar el tiempo en lo cotidiano: entreno, estudio mucho, hago cosas de mi trabajo en redes sociales que implica la venta de videojuegos, artículos gamer de PC y artículos electrónicos. Y en mis entrenamientos, tanto técnicos como físicos, cumplo de lunes a sábado y los domingos, descanso. Tengo espacio en casa, estoy muy cómodo, obvio que no es el espacio de un Tatami (10m x 10m) pero puedo entrenar bien y me disperso bastante. Cuando tengo tiempo libre, juego a la play que es mi hobby y miro series en Netflix. Tengo bien ocupada la cabeza tratando que se pase rápido todo esto", comenta Luca, siempre tan predispuesto al diálogo, un arma con la que también da golpes precisos, certeros, como los que se desprenden de sus puños y piernas cuando despliega su rutina en Kata (secuencias y movimientos preestablecidos del Karate) individual o por equipos.

-¿Qué clase de entrenamiento físico podés realizar desde tu hogar?

-Todo lo que me pasa mi entrenador de la Selección Argentina, Cristian Chutchurru, que también es mi Sensei en Vélez. Hacemos videollamadas con el equipo nacional y nos van corrigiendo los Kata. En lo físico hago una rutina aeróbica y otra anaeróbica; son trabajos de circuitos y realizo todo tipo de complemento en tren superior e inferior. Me mantengo en mis 74 kg. y me siento muy bien.

-El año pasado fue espectacular para vos al conseguir el Premio Jorge Newbery, el Olimpia de Plata, Bronce Panamericano y Deportista del año en Vélez. ¿Qué metas te proponés para superar todo lo conseguido?

-El 2019 fue un año impactante sin dudas. Tuve tres premios muy importantes, tres hermosos mimos pero no te tienen que dar la pauta de que ya tenés todo ganado. Fueron un reconocimiento a todo lo que hice en 2019 y me hicieron saber que estoy en el camino correcto. Después, respecto a mis logros deportivos, que fueron el Bronce Panamericano en Lima y el Oro Panamericano Sub 21 en Guayaquil, fueron dos resultados muy importantes en mi carrera y realmente no sé con cuál quedarme, porque siempre los soñé a los dos. Ya de por si representar a mi país es algo hermoso y encima ganar una medalla...y bueno, ¡qué decir de ser Campeón Panamericano!; no podía creer haber logrado algo que me puse como objetivo de chico dejando tantas cosas de lado. Yo quería eso y sabía que iba a lograrlo. Y ahora quiero volver a repetirlo: ser medallista de Juegos Panamericanos y volver a ser Campeón Panamericano y por qué no, Campeón del Mundo. Una victoria te debe dar hambre de ir por más, siempre.

-¿Cómo venía planificado este 2020 en cuanto a competencias y propósitos? Y cómo pensás que se podrá retomar, una vez que pase la cuarentena.

-Venía muy bien planificado este año con muchos objetivos. Por eso es triste todo lo que pasa pero bueno, la pandemia va más allá de mi vida y no me queda otra que adaptarme. Tenía torneos internacionales mayores y juveniles porque aún soy soy Sub 21, Ligas Mundiales mayores y Sub 21. Estaba el Mundial de Mayores también. Muchas cosas...¿cómo se podrá retomar? No lo sé. Está muy complicado porque la cuarentena se extiende a nivel mundial y no sé cuán libres de reanudar actividades deportivas de alta competencia podremos ser, sobre todo por la junta masiva de gente.

-Justamente hablando del aislamiento obligatorio, ¿qué sentís que aprendiste en este tiempo? Me refiero a una réflexión personal, que seguramente se dio al estar aislado, escuchándote por dentro.

-Aprendí muchas cosas. Primero, respecto a mi deporte, entendí lo feliz que soy al ponerme un Karategui, entrar al Dojo de Vélez, al del CENARD, verme con mis compañeros, entrenar; es algo que me hace muy bien y si se me quita, estoy triste. Extraño hasta preparar mi bolso para ir a competir, los torneos y la adrenalina hermosa que supone enfrentarlos, liberar ese dragón interno en la competencia. Todo extraño y me hace mal no tenerlo. En lo personal me di cuenta de lo importante que son ciertas personas en mi vida y al no verlas seguido con la frecuencia que lo hacía, mismo no darles un abrazo o un beso, me hace mal. Y por eso entiendo que son extremadamente importantes en mi día a día y quiero que no me falten nunca. Como así también, terminás conociendo a todos y te das cuenta que aquellas personas que pensabas que eran importantes y hoy no te mandan un mensaje para ver cómo estás, tampoco conviene tenerlas cerca.

-Si bien sos joven, ya empezás a ser un referente a seguir para los pequeños que están aprendiendo karate. ¿Qué significa eso para vos y qué consejos les darías?

-Eso signifca mucho para mi. Me indica que estoy por la senda correcta, que las enseñanzas de mis padres y mi entrenador, fueron las indicadas. Si puedo servir como una inspiración para los más chicos, es lo que quiero viendo las futuras camadas. Pero también quiero ser una leyenda además de un referente, pero no desde un perfil egocéntrico, quiero que me recuerden como hoy conocemos a Paula Pareto, Manu Ginóbili o Sebastián Crismanich, entre otras bestias del deporte argentino. Así oriento mi carrera deportiva. Les diría que entrenen, luchen por sus sueños y no hagan nada por obligación. Si hacen algo que no les gusta, porque necesitan complacer a alguien, no lo hagan. Uno tiene que ser feliz en su trabajo, estudio o carrera deportiva. Entonces hagan lo que les llene el alma y rodéense de quienes los impulsan a ser mejores y los hacen sentir bien. Como dice mi papá: hagan lo que hagan, siempre 100 % de actitud y dedicación.