El Fortín dio un paso importantísimo en la dura lucha por mantenerse en la categoría. Luego de un primer tiempo perfecto, a pura contundencia, y una segunda mitad que tuvo momentos de buen fútbol y también de nerviosismo extremo, logró sacar adelante el cruce ante el Decano. El hincha acompañó a puro grito la levantada del equipo y se retiró feliz del Amalfitani.
Costó, claro que sí. Porque todo es difícil en este presente, incluso cuando la ventaja inicial parecía encaminar el partido sin mayores sobresaltos. Y cuando hubo que "meter", los dirigidos por Sebastián Méndez se brindaron por completo para hilvanar la cuarta victoria al hilo en casa.
En un ráfaga de 17 minutos, Vélez pasó a golear. Primero a los 4´, a través de una cabezazo de Joaquín García, tras ganar José Florentín de cabeza un lateral sacado con potencia por Claudio Aquino.
A los 11´, el segundo impacto. Santiago Castro robó una pelota en mitad de cancha mal jugada por el rival y avanzó con decisión sin marca, hasta que tomó una decisión que describe a la perfección su momento pleno de confianza y sacó un zapatazo desde 25 metros que se coló en el ángulo superior derecho de Tomás Marchiori. GO LA ZO, para gritarlo toda la noche y más también. La contundencia siguía a tope y en la tercera jugada clara, Florentín anticipó de cabeza y mandó a la red un centro de Aquino. Toda la tensión cayó de golpe y de pronto, Vélez goleaba a Atlético Tucumán, provocándole un golpe a que la postre sería letal.
El primer tiempo transucurrió en gran parte con El Fortín buscando ampliar la brecha y en la situación más picante, Francisco Pizzini no pudo definir con claridad ante el gran cierre de Nicolás Romero. Ya en el complemento, jugado por jugado, el Decano comenzó a lanzar pelotas filtradas que provocaron daño a espaldas de la última línea. Tanto Joaquín Pereyra como Ramiro Carrera buscaban frontal a sus compañeros y así fue como llegó el descuento: pase preciso de Carrera y mejor definición de Mateo Coronel que logró rozar Gastón Gómez.
La confianza fortinera comenzó a bajar ante el manejo de la pelota por parte de su rival. Y si bien en cada contra Vélez parecía cerrar el partido, el gol no llegaba, porque nuevamente García, Elías Gómez y Pizzini tuvieron sus chances sin precisión en los metros finales.
A los 36´, Chila Gómez tapó lo que podía ser el comienzo de un momento de mayor angustía, al poner firmes sus manos para ahogarle el grito a Julián Carrasco. Una tapada estupenda para continuar 3-1 y regar de calma a todo el pueblo fortinero.
Con el muy buen ingreso de Thiago Fernández para manejar la pelota, el encuentro se fue consumiendo y la explosión volvió a ser total ante el pitazo final Facundo Tello. Si el fútbol es eficacia, en la más racional de sus definiciones, Vélez dio cuenta de una primera mitad soñada y empezó a vencer a un rival que sólo había concedido 3 goles en los 12 partidos anteriores.
Victoria vital que inyecta confianza, para ir a Rosario en 10 días en busca de la tan necesitada victoria en condición de visitante.
¡¡¡VAMOS FORTÍN!!!