Nuevo paso en falso, esta vez en La Plata. Vélez cayó ante Gimnasia y no puede salir de una irregularidad que lo viene lastimando fuerte: dos victorias y dos caídas en las primeras cuatro fechas de la Copa de La Liga, sin poder terminar de despegar de la parta baja de la Tabla Anual. Un presente preocupante que cuanto antes debe cambiar para corregir el rumbo.

Frente al Lobo en su campo salió el partido que se presagiaba en la previa: áspero y cerrado durante la primera media hora, con 3 amonestados por lado, muy pocos espacios libres y demasiadas imprecisiones.

Así todo El Fortín lograba clarificar el juego cuando la pelota pasaba por los pies de Claudio Aquino. El volante tuvo la primera chance del encuentro con un remate fuerte al primer palo que Tomás Durso desactivó al córner. Y de inmediato, un preciso centro atrás de Aquino para que entre a la carrera Francisco Pizzini desde puerta del área, pero su intento se fue por encima del horizontal.

Cuando parecía que ninguno de los dos equipos podía terminar de hacerse protagonista, Brian Romero pivoteó y descargó el balón para Aquino, quien levantó un centro perfecto a la cabeza del 9: el atancante ganó en el salto y cabeceó al gol para el 1-0.

El triunfo parcial encaminaba a Vélez como justo ganador rumbo al entretiempo, e incluso el goleador volvió a tener un disparo franco que pudo ampliar la ventaja, sin embargo la pelota se fue muy cerca del parante derecho. Los del Gallego Méndez eran más que su rival y así se fueron al descaso.

Pero en el fútbol todo cambia muy rápido si te relajás y así sucedió en el arranque del complemento. Gimnasia salió decidido a dar vuelta la historia y en 14 minutos se llevó puesto a un Vélez que empezó a derrumbarse. Cada gol del local tuvo correspondientes errores en la última línea fortinera. Un golpe más duro que el otro cuando amanecía el segundo tiempo, primero de Cristian Tarragona y luego del debutante uruguayo Matías Abaldo.

Vélez nunca se recuperó nunca y continuó el partido sin poder arrinconar al Lobo. Tampoco pateó al arco. Ofreció dos caras completamente distintas de un tiempo a otro y nuevamente cayó preso de su impericia. 

Pensando en lo que viene, un retorno muy esperado. Después de casi un año (el 18 de septiembre de 2022 había jugado su último partido), volvió al ruedo Santiago Cáseres, un hombre de la casa que, en el poco tiempo que estuvo en cancha, mostró su carácter. 

A levantarse, Fortín. Tu historia lo exige.