El Fortín fue ampliamente superado por el conjunto Xeneise durante la noche del domingo en el Estadio José Amalfitani.
Ambos se vieron las caras por la cuarta jornada de la Copa de la Liga, en donde Vélez marchaba primero, con puntaje ideal; y recibía a un Boca hecho un manojo de dudas, con bajas y malos resultados.
Por tercera vez consecutiva, Mauricio Pellegrino repetía equipo, luego de las victorias ante Sarmiento en Junín y Argentinos en La Paternal.
En cuanto al juego registrado en Liniers, hasta el segundo tiempo, fue un encuentro disputado, con los de Russo con más agresividad en la presión y el rendimiento.
Está claro que hay poco que justificar tras un resultado tan amplio durante 90 minutos de juego, pero Abal tuvo la potestad de cambiar el rumbo si mostraba la tarjeta roja a Capaldo tras una descalificadora plancha a Amor. Solo fue amarilla para el colegiado.
Más tarde, Cardona abrió el marcador con un tiro libre al ras del suelo dejando sin respuestas a la barrera y a Hoyos. Seis minutos después, lo empataban los de Pellegrino con un gol de goleador (debajo del arco) del Gato Lucero. Pero la alegría duraría poco ya que a los 30, Villa ganó en velocidad, caminó a Hoyos y puso el 2 a 1 con el que los equipos se fueron al descanso.
En el complemento, Boca llegó y anotó las veces que se lo propuso. Marcó 5 goles en esa etapa, ante un equipo que cometió errores en la marca y fue preso del golpe anímico en cada conquista de la visita. Villa (otra vez), Maroni (por dos), Tevez y Campuzano sellaron una victoria tan histórica para ellos, como dolorosa para nosotros.