Vitalicios

Un amor sellado a fuego

Este jueves se llevó a cabo en el Salón Vip del tercer piso la tradicional entrega anual de diplomas a los socios, en este caso 103, que accedieron a la categoría de Vitalicios. El evento contó con sorpresas, emociones y una presencia estelar, Fabián Cubero.

Como preámbulo a la  ceremonia, los nuevos vitalicios tuvieron la posibilidad de pisar el césped del Amalfitani y posar para una foto grupal-al tiempo que cada uno de ellos recorría el terreno emocionado y capturando fotografías junto a familiares y amigos- con la intención de guardar in eternum ese momento único, quizás irrepetible que le regala el Club en recompensa por las tres décadas de fidelidad y amor por la Institución.
Ya en el tercer piso, el acto arrancó con un sorteo que incluyó, entre los variados premios, la camiseta velezana retro, conmemorativa del primer título obtenido en 1968, el beneficiario de esta casaca fue el historiador velezano Andrés Canta Izaguirre.

Un show musical de tango, voz y guitarra, con clásicos como "Sur", "Por una cabeza", "Naranjo en flor", "Bandoneón arrabalero" y "Pasional", fue otro de las atractivos preparados para amenizar la velada.
En el mientras tanto, desde la enorme pantalla led ubicada en la cabecera de la sala, se proyectaba un video institucional que repasaba la vida deportiva, cultural y social de nuestro Club.

"La lealtad tiene que ver con el honor, ser de Vélez es un orgullo, entre todos hicimos esta Institución enorme", declaró a modo introductorio el Presidente del Departamento de Vitalicios, Jorge Grinstein, quien, sin solución de continuidad, le cedió la palabra al Vicepresidente 1º Diego González que expresó su agradecimiento a los socios presentes, sostuvo que "ser vitalicio tiene un plus", y pidió a los presentes que se involucraran en las actividades diarias del Club, deseó que disfrutaran la noche y le dio la bienvenida al invitado sorpresa del evento, Fabián Cubero.

Antes de que el dueño del dorsal 5 tomara el micrófono, el Presidente Sergio Rapisarda saludó a los agasajados, les manifestó la gratitud por el aporte de tantos años y anheló que todos pasaran una noche inolvidable.

Tiempo de Cubero. Recibido con un estruendoso y generalizado aplauso, el marplatense, cómodo en estas cirscunstancias, con oficio en estas lides, arremetió entre risas con un "yo ya estoy cerca de ser vitalicio", como para romper el hielo, y comenzó un ida y vuelta con el animador del evento, Diego Guitian. El hombre con mayor cantidad de presencias en defensa de nuestros colores admitió: "Nunca pensé ser tan querido, siempre me han hecho sentir un gran cariño". Consideró a la lealtad como la forma de devolverle a alguien, en este caso a Vélez, todo lo que le dio, y enfatizó que siempre pretendió hacerlo con sacrificio, y hasta que la cabeza y el cuerpo aguanten. tras la breve alocución Poroto respondió algunas consultas de los Vitalicios. Anticipó una reunión con el Presidente para tratar la renovación de su contrato, eligió al Clausura 2009 como el título que más disfrutó y aseguró que todos los entrenadores lo marcaron de alguna manera, pero alabó a Bielsa por su capacidad, y a Russo y Gareca por el trato dispensado hacia el jugador. Para terminar remarcó la valía de Heinze-pese a jugar poco- y se mostró optimista de cara al futuro "se está gestando algo importante", cerró el.histórico capitán.

Llegó el turno de las distinciones. Uno tras otro fueron pasando al frente los nuevos vitalicios. Veintitrés mujeres recibieron sus reconocimientos: el diploma, una rosa y el característico carnet libro de tapa de cuero, una joyita que remite a un pasado cercano y conlleva tintes nostálgicos. Primero las damas, luego los 80 caballeros exhibían la felicidad en sus rostros al momento de recepcionar sus galardones.

Los encargados de depositar el legado en las manos de los nuevos Vitalicios fueron los Directivos Sergio Rapisarda, Diego González, José Pintimalli, Rodrigo Rapisarda, Damián Becerra, Nicolás Godoy, María Eugenia Passarello, Montserrat Brizuela, Martín Rivero y Victor Hugo Barreto.

Como corolario de la cita, todos se agruparon para la foto. Primero exhibiendo sus diplomas y luego levantando orgullosos su carnet libro de cuero, al igual que lo hacían antaño sus padres o sus abuelos.

Este jueves frío se entibió con la pasión y el sentido de pertenencia de estos 103 nuevos Vitalicios, quienes recibieron el merecido tributo a su fidelidad de treinta años, una contribución sincera y sentida que ayudó a forjar la grandeza del Club de sus amores, Vélez Sarsfield.

80 IMÁGENES

Un amor sellado a fuego

Un amor sellado a fuego

103 Socios accedieron a la categoría Vitalicios. En la noche del jueves, la emoción que provoca un amor para toda la vida, se hizo presente en el tercer piso de la Sede.