Vélez Magazine

''La palabra de Gareca en la Fiesta Magna fue conmovedor''

Vélez acababa de vapulear a Colón por 6 a 0. Feliz, Miguel Durán, ?El Galleguito de Ramos?, desciende del hoy imaginario paraavalanchas que lo tuvo como uno de los protagonistas estelares durante un par de décadas, se sienta en uno de los sillones de la oficina del Dpto. de Socios del segundo piso e inicia un verborrágico monólogo(con la locuacidad propia de un ibérico) sobre el tema que más lo apasiona: Vélez Sarsfield.

En el octogonal del 74 hice mi viaje iniciático. No sabíamos en que trasladarnos, y Raúl, a modo de presión y como novedoso antecedente de los actuales piquetes, decidió colgar en la entrada de la vieja sede bicicletas y triciclos fuera de uso atadas con cadenas. En un momento salió a la calle el ?Monje?,-así lo llamábamos a Feijoó-, y entonces le dijimos, ?Feijoó, con esto viaja la hinchada a Córdoba?. El Gallego nos miró fijo a todos y nos contestó desafiante, ?Yo con la turba no hablo?, y nos cerró la puerta en la cara. Finalmente y luego de tanto joder nos alquilaron un ómnibus. En la parte delantera iban los muchachos grandes: Raúl, ?Chicago?, ?Tutuca?, ?Poroto?, ?Pipa?, El ?Pelado?, ?Chapulín? y los ?Mellizos? entre otros, atrás nos ubicamos los más pibes. A mi viejo le dije que me iba a bailar y después le dejé una nota informándole que me rajaba a Córdoba a ver a Vélez. Volví cuatro días más tarde con dos costillas fisuradas, muerto de hambre y todo sucio. Papá, un muy buen tipo, me quería matar, lo volvía loco, apunta sonriendo.

Vélez acababa de vapulear a Colón por 6 a 0. Feliz, Miguel Durán, ?El Galleguito de Ramos?, desciende del hoy imaginario paraavalanchas que lo tuvo como uno de los protagonistas estelares durante un par de décadas y flanqueado por su amigo y ex colega de tribuna, el actual directivo Marcelo Cilotta, y tras los saludos y agradecimientos a la eficaz Nelly, se sienta en uno de los sillones de la oficina del Dpto. de Socios del segundo piso e inicia un verborrágico monólogo(con la locuacidad propia de un ibérico) sobre el tema que más lo apasiona: Vélez Sarsfield.

 

1-¿Cómo, por que y quien te hizo hincha de Vélez?

-Mi tío Coco, fanático, y vitalicio desde el 84. Me llevaba a la cancha y en el camino, desde Pieres 455, mi casa, se iban sumando vecinos. El tío es enfermo como yo y junto a él seguíamos al equipo a todos lados. Yo era muy pibe pero miraba la tribuna y escuchaba los bombos y se me ponían los pelos de punta de la envidia (sic). Hoy las paredes de mi casa, en Lomas del Mirador, están pintadas de azul y blanco. Amo estos colores y el tío Coco tiene mucho que ver en este amor.

 

2-¿Cuál es el primer partido que guardas en tu memoria?

-El último del torneo del 68. Le ganamos 2 a 0 a Huracán con goles de Wehbe y Solórzano. Además recuerdo el 11 a 0 a  Huracán de Ing. White y un 3 a 3 frente a Independiente. Después de ir perdiendo 3 a 0 en el primer tiempo, lo terminamos empatando con dos de Oruezábal y uno de Bianchi, afirma memorioso. La pasión me pegó fuerte de pibe, agrega. En esa época era difícil acompañarlo, viajábamos como chanchos, algunas veces en el camión de ?Cogote?, otras en transportes de hacienda, en los techos de los trenes, combinando líneas de colectivos, el club no fletaba micros como ahora, aclara.

 

3-Un directivo

-Raúl Gámez, sostiene sin dudar, el más grande de todos los tiempos. Le tengo una admiración profunda. Debería ser Presidente de la Nación, manifiesta sin ruborizarse y convencido. Bajo su conducción no solo se construyeron obras y se edificó la Villa Olímpica sino que también se logró toda la gloria deportiva. Junto con Calello, a quien aprecio mucho, acota, estuvieron a mi lado en el triste momento de la reciente muerte de mi hermano de 44 años, la Flaca Daniel, (sus cenizas están enterradas detrás de uno de los arcos) y ese es un gesto que siempre voy a agradecer y valorar. Tras este comentario Miguel se quiebra y llora acongojado.

 

4-Un jugador

-Chilavert. Un ganador, alguien que nos ayudó a crecer. Imprescindible en la etapa dorada del Club. El más grande y un tipo muy solidario.

 

5- Un técnico

-El Flaco Gareca. Porque quiere a Vélez y porque me conmovió con el testimonio que grabó, y que vimos y escuchamos en la fiesta del Centenario. Lleva los colores en la sangre.

 

6-El gol que más gritaste

-Dos en Avellaneda: El de Damiano a River por la Libertadores del 80 y el de Trotta a Lanús en el 93 porque volví a Liniers convencido que por fin volvíamos a ser campeones. El de Moralez a Huracán fue un orgasmo, suspira y expresa relajado. Cuando faltaban 10 minutos pensaba, ?Otra vez la voy a tener adentro contra estos como en el 71? (sic). Esa conquista fue un enorme alivio, un gran desahogo.

 

7-El mejor gol de todos los que viste

-El del paraguayo a Burgos. Trabajaba como remisero y ese día fui a buscar las camisetas con la publicidad de Quilmes que hacían su presentación oficial y también cargué un trofeo para Mastrángelo que esa noche colgaba el silbato. Cuando finalizó el partido tuve el placer y el orgullo de llevar a Chilavert hasta su hogar justo en la jornada de su gol más fantástico.

 

8- ¿Cuál fue el partido que te generó mayor felicidad?

-La final de la Libertadores en el Morumbí. El estadio temblaba. Recuerdo las bombas, el aliento permanente, la gente llorando, el gol de ?Tito?. Una proeza, una epopeya, tocar el cielo con las manos.

 

9-Tu equipo ideal

-Chilavert; Gallo (Zandona), Trotta, Pellegrino, Cardozo (Bujedo); Bassedas, J.Asad, Pompei, Willington; O.Asad y Flores.

 

10-Una anécdota.

-Tengo miles, -yo ocupaba el centro de la tribuna-, pero muchas no se pueden contar. En el octogonal del 74 hice mi viaje iniciatico. No sabíamos en que trasladarnos, y Raúl, a modo de presión y como novedoso antecedente de los actuales piquetes, decidió colgar en la entrada de la vieja sede bicicletas y triciclos fuera de uso atadas con cadenas. En un momento salió a la calle el ?Monje?,-así lo llamábamos a Feijoó-, y entonces le dijimos, ?Feijoó, con esto viaja la hinchada a Córdoba?. El Gallego nos miró fijo a todos y nos contestó desafiante, ?Yo con la turba no hablo?, y nos cerró la puerta en la cara. Finalmente y luego de tanto joder nos alquilaron un ómnibus. En la parte delantera iban los muchachos grandes: Raúl, ?Chicago?, ?Tutuca?, ?Poroto?, ?Pipa?, El ?Pelado?, ?Chapulín? y los ?Mellizos? entre otros, atrás nos ubicamos los más pibes. A mi viejo le dije que me iba a bailar y después le dejé una nota informándole que me rajaba a Córdoba a ver a Vélez. Volví cuatro días más tarde con dos costillas fisuradas, muerto de hambre y todo sucio. Papá, un muy buen tipo, me quería matar, lo volvía loco, apunta sonriendo

 

11-Un deseo para el Centenario

-Nada diferente a lo que quieren todos: Cerrar el año con un campeonato. Y un anhelo personal es que continúe esta dirigencia que realiza su trabajo eficientemente y que vuelva Raúl, que siempre lo vamos a esperar, finaliza esperanzado.

Antes de despedirse el ?Gallego de Ramos? saca de un bolso dos casacas velezanas de los años 70, trofeos que conserva con cuidado y prolijidad extremas, y me ruega encarecidamente mencionar a la persona que lo banca y lo apoya desde los 14 años: su esposa Miryam. Guardados los trapos y cumplidos los pedidos, Miguel retorna al barrio dejando la promesa de reencontrarnos en el habitat donde se mueve más cómodo: la popular velezana.   

 

Gabriel Martínez