Un total de 150 personas entre padres y jóvenes que juegan al fútbol en la Escuelita de Castromán, recorrieron la Villa Olímpica este sábado. Lucas, orgulloso de su Club, actuó de guía ante sus pequeños jugadores que miraron sorpendidos cada rincón del predio.
Lucas y los pibes de su escuelita, en una hermosa mañana de sábado en Parque Leloir.
Cada visita a un lugar no conocido supone muchos momentos de sorpresa, aun más si es un espacio que algún día te gustaría disfrutar dentro del deporte que amás. Así se sintieron los 60 chicos que juegan al fútbol en la Escuela Integral de Formación Deportiva Lucas Castromán, este mediodía en la Villa Olímpica cuando recorrieron las instalaciones que a diario transitan los jugadores de fútbol profesional.
Un rato antes de las 11hs. comenzaron a llegar las distintas familias; un total de 150 personas se alistaron para realizar la recorrida por el Hotel y las distintas canchas del predio. En un primer momento, se cruzaron con el equipo de Reserva que estaba culminando su práctica sabatina, por eso Marcelo Bravo se acercó a dialogar con sumo gusto junto a los jóvenes lujanenses.
Divididos en dos grupos desandaron la concentración, yendo por la capilla, vestuario, sala de juegos, habitaciones y salón comedor, además de sala de masajes y sector de hidromasajes. Cada uno de los presentes escuchó la anécdotas y recuerdos de Castromán, quien se expresó con mucho entusiasmo recordando su amor por el Fortín: "una vez que pisás este predio o algún rincón del club, tu corazón pasa ser un poquito de Vélez hasta que te enamorás por completo", dijo el ex volante y delantero a sus alumnos.
Acompañados por Natalia Vilar del Departamento de Vélez Social, tuvieron lugar distintos sorteos de productos oficiales e indumentaria exclusivamente para los más pequeños.
"Esta salida la planificamos como una actividad educativa junto a la Escuela de Fútbol de nuestra querida ciudad de Luján. Agradezco a Rodrigo Rapisarda que nos traccionó todo y a Natalia que siempre está a disposición; por suerte los chicos y los padres conocieron estas instalaciones que no todos conocen", remarcó Castromán, y agregó: "ver las caras de sorpresas de los chicos, te muestra una vez más lo grande que es el Club y cómo se brinda a estas acciones sociales que hacen tan bien".
Acompañado de Laura, su esposa, quien coordinó en gran parte la visita, Lucas se expresó sobre su proyecto: "somo un Club formativo con más de 120 chicos y tratamos que tengan una línea de respeto y educación para poder crecer; enseñarles herramientas no solo dentro del campo de juego sino que también sean muy buenas personas".