Vélez Sarsfield cerró un semestre que supo tenerlo como protagonista, aunque la derrota ante Boca deja un sabor agrio porque mereció al menos un empate. 

En un partido parejo en todos los ítems estadísticos, el local supo sacar la diferencia en un momento clave y con eso le alcanzó para superar al conjunto de Gustavo Quinteros, que como nos tiene acostumbrados siempre termina de pie y peleando aunque la suerte no esté de su lado.

El Xeneize comenzó mejor y antes del minuto de juego contó con dos disparos de afuera del área que se fueron por encima del horizontal. De ese arranque inicial dónde Boca mostró mayor decisión al ataque, Vélez supo salir con orden táctico y paciencia, virtudes que mantuvo en gran parte de la noche.

Entre las chances más claras, Valentín Gómez despejó en la línea un cabezazo de Edinson Cavani y Francisco Pizzini tuvo la apertura del marcador con un cabezazo que se fue muy cerca del poste izquierdo de Sergio Romero. El equipo llegaba con pelota dominada hasta tres cuartos del campo rival, pero la falta de profundidad lo limitó mucho en cada avance, por más que Boca diera ventajas en defensa.

La segunda mitad tránsito igual, hasta que las tempranas salidas por dolencias de Tomás Marchiori y Damián Fernández condicionaron el carácter que El Fortín estaba mostrando, porque rápidamente llegó el 1-0 de Cavani tras una desajuste fortinero en su última línea, situación que le permitió al atacante uruguayo cabecear al gol en soledad luego de la habilitación de Cristian Medina.

Herido, Vélez volvió a tomar las riendas del partido y salió en busca del empate. Las ganas mostradas no alcanzaron para hilvanar oportunidades claras, salvo un disparo cruzado Braian Romero y otro remate de afuera del área de Valentín Gómez, que en ambos resolvió muy bien el ex guardameta de la Selección Argentina.

Ya en el final, las expulsiones de Cavani y Christian Ordóñez terminaron de romper el partido y de a poco el triunfo local se fue consumando.

Quedó esa sensación de bronca por no llevarse al menos un punto, circunstancia que se ha repetido muchas veces en La Bombonera. No queda otra que aguantar el dolor y volver más fuertes.

Ahora será tiempo de descansar y aguardar por el comienzo de la Pretemporada. 

Arriba, Fortín, que esto sigue y habrá revancha.