Vélez volvió al triunfo durante la tarde del sábado en el Estadio José Amalfitani. Fue por la cuarta fecha de la Superliga Argentina, con un importante 3 a 1 frente a Newell´s Old Boys de Rosario.
Los comandados por Gabriel Heinze no habían podido sumar de a tres en este inicio de campeonato, tras el empate ante Racing y los traspiés ante Talleres y Lanús.
Estos noventa minutos en buen nivel en casa, ante la Lepra, fueron fundamentales para reafirmar una idea y retemplar el ánimo con los goles y la victoria.
El Míster respetó a los mismos once que venían de perder en La Fortaleza y les dio continuidad en cancha en el Amalfitani. Desde el primer minuto se vio rápidamente en una constante que se potenció en este campeonato: fue Vélez el que se hizo de la pelota y asumió el rol protagónico, ante un rival que retrasó sus líneas y se refugió cerca del arco defendido por Aguerre.
Un equipo local que movía bien sus líneas tratando de generar huecos por donde hacer daño; sobre todo a espaldas del volante Cacciabue y quedando mano a mano Janson con su marcador. Por izquierda fue donde buscaba el Fortín lastimar a través de lanzamientos de Giannetti o Giménez para el opuesto. Estuvo muy activo el de Olavarría en los primeros minutos.
La apertura del marcador llegó por la vía en la que machaca el entrenador. En la movilidad, el descenso del nueve y en la incursión profunda del interno. Rompió líneas Giannetti que soltó el pase vertical para Romero que pivoteó y de primera habilitó a Nico Domínguez. El Príncipe se las vio cara a cara con Aguerre y en una buena definición puso a delirar a todo el estadio con el grito de gol. Fue la segunda chance manifiesta de gol en el primer tiempo hasta el momento para Vélez, que había avisado con un tiro libre de Robertone.
La visita llegó a la igualdad con Maxi Rodríguez. Delfino (de cuestionable arbitraje en fallos ridículos) cobró penal de Giannetti sobre Gentiletti. El histórico jugador leproso remató desde los doce pasos, Hoyos contuvo, pero el rebote volvió a habilitar a Rodríguez que esta vez no falló. Poco había hecho Newell´s para llegar al arco de Vélez, pero igualaba el encuentro.
El segundo tiempo el ingreso de Fernando Gago marcó un antes y un después en el juego. El equipo apostó con el pase hacia adelante y crecieron las figuras de Lucas Robertone y Agustín Bouzat; quienes se sumaron a los buenos niveles de Maxi Romero, Nico Domínguez y Lucas Janson.
En ese afán de ir por más llegó el segundo de la cuenta personal de Nicolás. Recuperación del propio Domínguez en mitad de campo, pared con Romero para que el Tigre arrastre en la contra a toda la defensa. Pausa del delantero entrando al área, rodeo, asistencia a Janson y centro del ex Tigre al segundo palo, para la aparición de Domínguez que metió un cabezazo formidable al ángulo ante la mirada incrédula de Aguerre. Merecía ese gol Vélez, que en ningún momento del trámite resignó la iniciativa.
El tercero fue inspiración pura. El equipo rubricó en la red la idea y la tenencia ofensiva. Triangulaciones, paredes y desmarques que terminaron con la habilitación de Robertone a Janson que de primera cambió el palo y salió a festejar.
Vélez se sacó la mufa y reafirmó los valores que lo llevarán a seguir sumando de a tres.