Vélez fue noticia en las últimas horas por la enorme victoria conseguida el miércoles pasado en el Gran Parque Central ante Nacional. Medios y portales digitales repitieron una y otra vez las imágenes del logro heroico, agónico y merecido del Fortín para seguir con vida en la CONMEBOL Libertadores. También las redes sociales se hicieron en eco y por supuesto, historias paralelas se fueron descubriendo en virtud de la gran cantidad de hinchas que viajaron a Uruguay. Lo vivido por Santiago Goncalves Da Silva merece un párrafo aparte.

El viernes 13 de mayo tomó una decisión: dejar la empresa de transportes para la cual trabajaba en Posadas, Misiones, para lanzarse a una aventura: viajar a Buenos Aires y hacerse socio de Vélez sumado a conseguir el pasaje y la entrada para el encuentro en Montevideo. A sus 20 años, con las ganas de vivir nuevas experiencias y sin mayores responsabilidades que lo aten, tomó la decisión de cortar con su trabajo que ya venía meditando también por otras razones.

Así fue que viajó de Misiones a Capital Federal en micro y previamente hizo escala donde reside actualmente en la casa de un primo ubicada en la localidad bonaerense de Zárate. Tras arribar al Club fue consiguiendo todo lo deseado: carnet de socio, pasaje y entrada para embarcarse a la ilusión rumbo a Uruguay. Las circusntancias jamás vividas lo empujaron a seguir con su decisión, dado que nunca había venido a Buenos Aires en 20 años y lógicamente tampoco conocía el José Amalfitani. Desde el Departamento de Viajes y Turismo le cumplieron el anhelo de visitar las gradas del Estadio. El sueño se estaba poniendo en marcha pero todavía faltaba más...

Salida en la madrugada del miércoles 18 con destino a Montevideo sin conocer a nadie. El micro 15 lo cobijó y de a poco los socios e hinchas que viajaban en el mismo vehículo descubrieron su historia. 

Luego del largo periplo ida y vuelta y tras disfrutar su primera vez en una cancha siguiendo al Fortín, Santi comenzó a notar que su historia se viralizaba en redes sociales. Mientras todavía no podía creer todas las decisiones que fue tomando más allá del convecimiento por ejecutarlas, desde el Departamento de Relaciones Públicas lo invitaron a que conozca este sábado a todo el plantel profesional en la Villa Olímpica.

Asi fue que luego de observar el entrenamiento y la jornada de inferiores, se sacó fotos con todos los futbolistas. Para sorpresa de él, conocían quién era y por eso las risas coparon el encuentro del plantel con el joven de 20 años nacido en Paso de Los Libres, Corrientes. Además, se llevó una camiseta oficial firmada por todos los jugadores y cuerpo técnico.

Su incredulidad continúa firme: el martes fue invitado para disfrutar el partido con Estudiantes. Será su primera vez en el Amalfitani viendo al Fortín y los sueños del flamante socio tienen más escalas: volver a disfrutar una victoria y conseguir un nuevo trabajo que le permita quedarse en Buenos Aires. Santiago demostró coraje para llegar hasta dónde llegó, ¿por qué no soñar que esos anhelos pueden cumplirse?