Relaciones Públicas

La pequeña gran fanática

Iara Vergara se hizo conocida desde un video que se viralizó vía WhatsApp. Y ayer, fue noticia porque en la previa el choque ante Olimpo, conoció el José Amalfitani. Por primera vez, con sus cortos 3 años descubrió cada recoveco del Estadio; desde la sala de conferencias, pasando por el campo de juego y el salón de presidencia. Vivencias de un día inolvidable para la pequeña Iara.

El recorrido terminó en el palco de Relaciones Públicas, donde Gabriel, Karen y la pequeña Iara pudieron festejar los tres goles con los que el equipo del Negro Gómez despachó a Olimpo.

Las luces de las zapatillas brillaban tanto como sus ojos. Esos mismos que en la semana, desde una pantalla, enternecían a propios y ajenos cuando decía que la cancha de Vélez era más linda que la de River. Y, se sabe, los chicos no mienten. Por las dudas, se puso dos remeras del Fortín: arriba, la azul con la V blanca. Abajo, la blanca con la V azul: “me gusta más la blanca” dijo con firmeza y simpatía. Y sobre gustos sí que no hay nada escrito.

Iara Vergara se hizo conocida desde un video que se viralizó vía WhatsApp. Y ayer, fue noticia porque en la previa el choque ante Olimpo, conoció el José Amalfitani. Por primera vez, con sus cortos 3 años descubrió cada recoveco del Estadio: estuvo en presidencia con Sergio Rapisarda, pasó por la Sala de Conferencias y entró a los dominios del gran Lelo Garcia. Sí, “poder correr por el campo de juego” fue lo que más disfrutó la Fortinerita, admitió su mamá Karen. Ella misma fue la que grabó el video que se volvió viral y comenta: “Toda nuestra familia es de River. Sólo mi marido es de Vélez y él nos hizo de Vélez a nosotras”. El culpable de la pasión se llama Gabriel y ayer, lógicamente, acompañó a sus mujeres por el recorrido. “Él siempre viene a la cancha pero nosotras no por el viaje”. Claro, Glew no está cerca de Liniers y eso dificulta las cosas.
 
El recorrido terminó en el palco de Relaciones Públicas, donde Gabriel, Karen y la pequeña Iara pudieron festejar los tres goles con los que el equipo del Negro Gómez despachó a Olimpo. “Al principio estábamos un poco nerviosos porque sabíamos que necesitábamos ganar.  Fue un día lleno de sorpresas y si ganábamos iba a ser un dia perfecto” analizó Karen con la impronta de un jugador profesional. Y admitió que Iara “cuando Fabián hizo el primer gol se asustó porque gritamos todos. Pero con los de Bergessio gritó con nosotros”.
 
“Sentarse en el trono de los príncipes” fue la segunda cosa que más disfrutó Iara. Así llamó al sillón principal de la sala de conferencias. Sin embargo, para festejar sus 3 años no había pedido un cumpleaños con princesas, tules y flores. “Quería un cumpleaños de Vélez, como el de su primo que hizo de Boca, pero todo de Vélez”. Un viaje en familia truncó los deseos de Iara que, sin duda, tomará revancha de festejo cuando cumpla cuatro en junio próximo.
 
El fútbol se toman licencias cómo estás. A veces, deja descansar los ojos de análisis, estadísticas y crónicas. A veces el fútbol te regala historias cómo así. Y por eso, de la mano de nenas como Iara se vuelve a degustar la esencia más pura que tiene este juego: la pasión por los colores.

Montserrat Brizuela