Lejos de ser la sombra que hasta hace muy poco arrasaba, la Reserva velezana no puede levantar vuelo pese a que deja todo por hacerlo. Firmeza, fútbol y mucho carácter describen perfecto al equipo de Marcelo Bravo que hoy perdió ante Argentinos Juniors con gol de Facundo Báez.

En un típico encuentro muy disputado producto de la rivalidad que enfrenta a ambos conjuntos sobre todo en Inferiores, Vélez pagó muy caro sus impresiones en los metros finales.

La primera etapa se jugó en campo del Bicho. Vélez buscó arrinconarlo con el empuje de Bosch, Carrizo, Fran Montoro y desde el medio la prolijidad de Porcel y Roldán. El local no inquietó en los 45 minutos iniciales.

Ya en el complemento, el conjunto del Indio volvió a pararse en el campo adversario y en su mejor versión recibió un duro golpe que causó efecto: golazo desde afuera del área de Báez, al ángulo, imposible para Ramil Sauer. Efectividad plena de Argentinos Juniors en la primera llegada clara.

Para colmo de males, la expulsión de Benjamín Bosch por juego brusco parecía diezmar las sanas intenciones de ir siempre para adelante. De todas formas con los ingresos de Bauti Ramírez, Raúl Cabral y Manuel Fernández, y pese a la inferioridad numérica, Vélez volvió a arrinconar a su adversario.

Un cabezazo en el poste de Juanma Villalba, desbordes incisivos de Fernández e increíbles salvadas en la línea por parte de la defensa loca, hacían que el empate se negara. También con remates que desbarató muy bien el arquero Gonzalo Siri Payer. No hubo forma de vulnear ese arco.

Sin nada reprochar, Vélez se quedó con las manos vacías una vez más en esta Copa Proyección Final que tras cinco jornadas lo encuentra con tres derrotas, un empate y otra victoria. Gusto a poco con mucho por mejorar, pero sin dudas siempre dentro de este camino que los trajo hasta acá.

Arriba, Campeón. Que esto recién comienza.