En un accidentado encuentro que estuvo detenido 15 minutos para que atiendan a un jugador de Atlético Tucumán, el Campeón debió conformarse con un magro empate. 

Gusto a poco sin dudas para un equipo que arrancó perdiendo a los 18 segundos y generó no menos de seis chances claras en el complemento para sumar de a tres. Los postes, la falta de precisión y suerte, le negaron la victoria.

El tiempo de juego indicaba 18 segundos cuando Rodrigo Granillo irrumpió a pura velocidad en el callejón izquierdo de la defensa de Vélez y definió cruzado ante la salida de Franco Villalba. Con una derrota parcial prácticamente desde el vestuario, los dirigidos por Marcelo Bravo se hicieron cargo de la pelota y arrinconaron al Decano durante la primera etapa, aunque sin precisión en los metros finales.

El segundo tiempo fue otra historia. Vélez inclinó la cancha y le entró por ambas bandas a su rival que cada vez se reatrasaba más en el campo. A los 18 minutos, tras una falta muy cerca del área a Maxi Porcel, el partido se detuvo 15 minutos para que atienderan a Granillo, quien quedó tendido en el piso con un fuerte dolor en su cabeza. Rápidamente ingresó la ambulancia para retirar al jugador de Atlético; le colocaron un cuello ortopédico y fue observado por los médicos de ambas Instituciones. Afortunadamente, el delantero se recuperó y fue sustituido sin peligro alguno.

De ahi en adelante, El Fortín regó de peligro el área del decano entre disparos en los postes y chances que se fueron muy cerca. Solamente pudo convertir Raúl Cabral luego de tomar una segunda pelota dentro del área tras un córner. El ingreso del atacante de 19 años resultó clave, al igual que la presentación también desde el banco de Bautista Ramírez y Tiziano Croci. Los cambios que introdujo el Indio Bravo acrecentaron el rendimiento, pero la igualdad terminó imponéndose de manera injusta de a cuerdo a lo visto en cancha.

La próxima semana el Campeón buscará retornar a la senda triunfal cuando visite a Argentinos Juniors.