Prensa

Adiós a la Beba de Vélez

El Sitio Oficial comparte la nota publicada en el Diario Clarín en memoria de Beba de San Félix, quien falleciera la pasada semana dejándonos un profundo dolor. La pluma velezana de Guillermo Tagliaferri para el matutino argentino la pinta de gran forma a este ícono fortinero.

El recuerdo de Beba por Guille Tagliaferri.

Tuvo su minuto de fama en julio de 2009 mientras Vélez lograba un nuevo título, venciendo a Huracán al final del Torneo Clausura, y ella, vistiendo la camiseta del equipo de sus amores, dentro de la cancha y muy cerca de la línea de cal cantaba “Vélez Sarsfield de mi vida, gracias por esta alegría”. Las cámaras de televisión la registraron y esa imagen recorrió el mundo. Los periodistas, argentinos y extranjeros, contactaron a esa simpática abuelita y se enteraron que integraba la Comisión de Relaciones Públicas del club de Liniers. Falleció a los 85 años, durante los cuales perseveró en su pasión por Vélez, su sonrisa para atender a todos los socios y su inmenso amor por su familia. Había nacido el 27 de enero de 1930.

Era habitual verla en su oficina de Relaciones Públicas de Vélez, siempre activa e inquieta y con una cordialidad que le hizo conquistar el afecto y el aprecio de todos. Era un personaje sumamente conocido y querido en Vélez. Contagió su pasión futbolística a su esposo Tito quien presidió la Comisión de Ciclismo y su hijo Hugo, vice tercero del club. Vecina de Villa Luro, Vélez se convirtió en su hogar alternativo. Hincha reconocida desde muy joven, no faltaba a ningún partido. Convocada por Raúl Gámez, se sumó a la función directiva en 1996.

“Un día, hace muchos años, estaba sentada con unos amigos en la puerta de mi casa cuando apareció Don Pepe Amalfitani, que era vecino, muy entristecido, por lo que le pregunté “¿Qué le pasa Don José?”. Me contestó: “Estoy mal, perdimos, descendimos y nos quedamos sin cancha, ahora necesitamos plata, ¿Ustedes son socios? No, le contesté. “Les voy a traer unas solicitudes para que todos sean socios y ayuden al club”. Al otro día un colaborador suyo vino a casa con un sobre con las planillas y yo me ocupé de juntar el dinero- cincuenta centavos anuales por cada uno de los chicos y un peso anual por mi papá- y me apersoné a la sede donde me atendió su secretario a que le informé que traía las diez solicitudes de ingreso. Este le dió la noticia a Don Pepe quien sin saludarme me espetó: “¿Trajiste la plata?”. Sí, pero quiero mis carnets. Le respondí. “¿Tenés las fotos?”, Me consultó. No, le dije. “Bueno, la plata se queda acá, cuando consigas las fotos te preparo los carnets y en retribución por tu trabajo mientras yo sea presidente vas a entrar en la platea gratis”. Tenía solo 8 años, ese día comenzó mi amor por Vélez, que hoy es  mi segunda casa; finalizó Beba en una entrevista que le habían hecho en la página web oficial de Vélez.

Guillermo Tagliaferri