No son días fáciles para nadie. Cuatro meses de confinamiento hacen que todo se vuelva monótono y aburrido pero quien baja los brazos es el que pierde. Y luchando por sus anhelos, mientras espera la vuelta del fútbol, se encuentra Alexander Domínguez quien se sumergió de lleno en su presente y nos contó como se desenvuelve en esta cuarentena.

"Trato de no volverme loco y me enfoco en que pronto vamos a salir adelante. Estoy contento de pasar  mucho tiempo con mi familia porque disfruto al máximo a mi esposa e hija", comenzó diciendo el arquero de El Fortín. En plan de mantener la forma para cuando se retomen los entrenamientos en campo, Alex narró una graciosa anécdota dentro de los límites que le impone su casa.

"Cuando hacemos trabajo de saltos, mi cabeza casi toca el techo del departamento. El Profe Fanesi me dice cuidado Alexander con el techo (risas). Es incómodo revolcarme acá pero Gustavo Campagnuolo nos envía videos de trabajos específicos de arqueros, observamos gestos para no perder el ritmo y nos están viniendo muy bien esos ejercicios porque nos afina más para cuando volvamos al trabajo".

A dos años de su arribo al Club, remarcó: "nunca pensé que iba a encontrarme con un predio tan hermoso como la Villa Olímpica. Que te den el desayuno y el almuezo, todo de manera organizada, las canchas... lo único que toca es disfrutarlo y saber que estoy en una Institución que me da todo. Nunca dudé en venir a Vélez, una Institución muy grande que ha ganado mucho y es como una familia; todos se comportan muy bien conmigo".

"Comparto habitación con Lucas Hoyos, vivimos cerca y vamos juntos a entrenar. Nunca en mi vida me había tocado disputar el puesto con un guardameta como él. La relación que mantenemos es muy buena y es una gran persona".

Respecto al flamante entrenador del primer equipo, comentó que "lo veo muy comprometido a Pellegrino. Habla mucho y está muy pendiente del jugador. Me han dicho que trabaja bien y hace jugar bien a sus equipos; nos vamos conociendo". Y en tren de dar lo mejor de sí para quedarse con el arco, Alex fue contundente: "siempre me levanto con mucha ilusión de ser titular. Sabemos que la competencia es muy alta, que Lucas es un excelente arquero y que le está yendo muy bien, pero si me dan la oportunidad sé que voy a rendir al ciento por ciento. Me preparo de la mejor manera".

Con la ilusión encendida, el nacido en Esmeralda, Ecuador, dejó en claro sus metas. "Quiero conseguir cosas importantes con Vélez. Mi objetivo es ser campeón de cualquier torneo con Vélez para dar la vuelta olímpica con mi hija". 

A sus 33 años, el custodio de los palos de la selección tricolor y multicampeón con la Liga de Quito, quiere seguir haciendo historia.