Puede que resulte extraño, hasta chocante, recordar que Vélez nunca logró ganar la doble competencia de manera simultánea en un mismo semestre, Seguramente por esa razón, volver a pensar la obtención del Clausura 2011 nos recuerde lo difícil de conquistar lo que se conoce en la jerga como "copa y campeonato". Aquel conjunto de Ricardo Gareca estuvo cerca de coronar ambos títulos, pero el paso trunco en la Semifinal de la Libertadores ante Peñarol, impidió lo épico.

De todas formas, si la historia la escriben los que ganan, por eso el porqué de esta nota, que también está cimentada tras una desilusión como fue aquel subcampeonato en el Apertura 2010. Casi siempre, para triunfar hay que saber perder primero. 

Tarde fresca y otoñal pero con las bondades de un sol que decía presente. Así se presentaba la jornada en Parque de los Patricios por la Fecha 18. El Fortín arribaba al cruce con Huracán un punto arriba de su escolta, Lanús, que venía con tranco ganador. Los del Sur debían esperar un traspié velezano y vencer a sus pares de Argentinos Juniors en La Fortaleza, un par de horas más tarde. Clima expectante con una definición en ciernes; con la particularidad que en el Tomás Adolfo Ducó se jugaría a puertas cerradas por una sanción que pesaba sobre el local. 

El partido no será recordado por el fútbol excelso que desplegaba el conjunto del Tigre. Más bien fue un encuentro trabado, áspero, donde sí el futuro Campeón jugó mejor pero en la primera etapa tuvo las luces apagadas ante un Globito que pugnaba por permanecer en la categoría y tenía dos ex Vélez en su nómina: Rolando Zárate en el XI y Roberto Pompei como entrenador interino.

Ya en la segunda etapa apareció la mejor versión del conjunto. A los 6 minutos, Santiago Silva sorprendió por el segundo palo tras un córner desde la izquierda y de cabeza abrió el marcador. Séptima conquista del oriental en el torneo. La visita creció en rendimiento, maniató al local y cuando expiraba el pleito, David Ramírez de penal, sentenció las cifras.

Victoria 2-0, festejo moderado y a esperar en la Villa Olímpica el desenlace entre Lanús y Argentinos. Al rato, el gol de Nicolás Blandi para los Bichitos, se festejó como propio en Parque Leloir porque el Granate quedaba a 4 puntos de El Fortín y listo. Cosa juzgada. La octava estrella local ya brillaba en el firmamento velezano una fecha antes del epílogo.

De aquel Torneo Clausura 2011 quedará no sólo el recuerdo de un nuevo título, sino también sus destacados guarismos:

Incluso en su recambio habitual encontró conquistadores de redes ajenas, tal el caso del Gato Rojo y Ricky para dar cuenta que siempre es necesario tener un banco de suplentes con alto poder de fuego.

En aquella gesta al título, permanecerán en la memoria un par de encuentros inolvidables: el 4-0 ante Estudiantes en La Plata, en lo que fuera una suerte de revancha por el subcampeonato en el Apertura 2010. Y el 2-0 ante Godoy Cruz en Liniers, cuatro días después de la eliminación ante Peñarol. Dolido y todo, El Fortín dio batalla con un nivel superlativo de Marcelo Barovero (el único que jugó los 19 encuentros) y Juan Manuel Martínez.

Salud Campeón. Otra coronación le rendía culto a un Vélez lujoso, completo, que encontraba su punto de madurez exacto en la Era Gareca. Sin la coronación de la doble competencia, una empresa casi imposible, pero con la satisfacción inolvidable del deber cumplido para ser una vez más, el mejor de todos.