Junta Histórica

Victorio Spinetto, leyenda y razón de ser

Se cumplen 110 años del nacimiento de Victorio Spinetto. Jugador referente, entrenador destacado y el formador de juveniles, símbolos que lo erigen como uno de los máximos portadores de nuestro ADN. Figura estelar en el firmamento velezano.

Nacido en Bernal, un 3 de junio de 1911, Victorio Spinetto es una de las insignias representativas que imaginaron y motorizaron el crecimiento exponencial del club a partir de la década del 40. Arribó a nuestra Institución, procedente de Platense, en 1932 y se hizo dueño y caudillo de aquellos primeros equipos que transitaban el flamante profesionalismo merced a su ímpetu, su potente remate, su excelente caudal goleador –pese a ser un volante central clásico- y su don de liderazgo.

Él, y sus compañeros de aquella etapa, fueron los constructores de la leyenda del Fortín, ese vallado perimetral emplazado sobre la calle Basualdo que resultó, durante muchos años, un bastión casi inexpugnable para nuestros adversarios.

Desde 1932 hasta 1940, salvo en 1938 cuando emigró a Independiente por una temporada, disputó con nuestra camiseta 219 partidos y marcó 47 tantos. El 17 de octubre de 1937 vivió su tarde de gloria en el escenario de Villa Luro. En la segunda etapa perforó cuatro veces la red del arco de Chacarita, en un triunfo por 5 a 2, un récord nunca repetido por un mediocampista centro en solo cuarenta y cinco minutos de juego.

Sufrió, y lloró como un hincha, o tal vez más, el descenso de categoría en 1940. El era el referente de aquella escuadra que cayó en un abismo al igual que la Institución.

Cuando José Amalfitani asumió la presidencia de ese Club devastado, en 1941, una de sus primeras medidas fue convocar a Spinetto y ofrecerle el cargo de entrenador. Y Don Victorio, ya enamorado de los colores, aceptó. Y fue el socorrista futbolístico en la emergencia. El ladero de mayor confianza de Don Pepe en el largo y paciente proceso de resurrección.

Bajo su conducción durante catorce temporadas, el conjunto velezano logró el festejado ascenso y el consecuente retorno a Primera División en 1943, y el Subcampeonato de la máxima categoría en el 53, con esa recordada formación que, a pesar de la décadas transcurridas, se sigue recitando de memoria. El archivo estadístico acusa 625 partidos dirigidos por este hombre sabio, con un saldo de 246 victorias, 172 empates y 207 derrotas.

En 1976, volvió definitivamente a Liniers para volcar toda su sabiduría en los chicos que llegaban al Club, y allí permaneció, junto a las divisiones menores velezanas, hasta su muerte, el 28 de agosto de 1990.

Cumplió función de entrenador del Seleccionado Argentino en dos ocasiones, en 1959 (junto a Della Torre y Barreiro), ganando el Torneo Sudamericano desarrollado en Buenos Aires; y en soledad durante el período 1960/61. Su legajo como DT acredita además pasos por Atlanta, Argentinos Jrs, Huracán, Racing y Ferro.

Tras este recorrido Don Victorio se puso al hombro toda la estructura de las las divisiones menores de Vélez. Ajeno a los sermones éticos, su conducta y gestos fueron los trasmisores de los valores que mamaron y moldearon a cientos de jóvenes que, en su madurez, resultaron ser las mejores camadas de futbolistas en nuestros 111 años de vida.

La cancha auxiliar donde entrenaron los planteles profesionales pre y post década del 90, y donde jugaban los sábados las futuras promesas, fue bautizada con su apellido hasta el emplazamiento, en esa superficie, del Complejo Acuático en el 2008. A fines de 2019 la CD resolvió denominar Campus Victorio Spinetto al flamante tapiz de 16000m2 que reviste buena parte del Polideportivo, un merecido tributo a quien dejó un legado imborrable en la Institución, uno de los incuestionables hacedores de nuestra grandeza

Victorio Spinetto-Vélez SarsfieldLas mismas inicialesV.S. Un lazo de amor sin quebrantos. Los mismos objetivos: la construcción y la prosperidad de una pasión que no entiende de razones, y cuya histórica función social no se negocia.