Junta Histórica

¡Feliz Cumpleaños Flaco!

Hoy cumple años Ricardo Gareca. El ex jugador, el técnico exitoso y el hombre que camina por la vida con un bagaje envidiable de valores. Un símbolo de Vélez.

El Tigre Gareca, ídolo y referente del Fortín.

Dejó el alma en cada pelota en su función como futbolista. Dejó un cuarteto de títulos, en su rol de entrenador, para engrosar el palmarés del Club. Dejó una imagen de integridad, educación, pertenencia y hombría de bien, lo que quizás haya sido el legado que lo encumbró a un sitio de idolatría y lo hizo ingresar para siempre en el corazón del hincha.

Ricardo Gareca nació en Mataderos, aunque se crió en Tapiales, el 10 de febrero de 1958.

Hincha de Vélez por herencia paterna, el Flaco empezó a patear una pelota en los pequeñas entidades de su terruño adoptivo y luego transitó todo el proceso de Divisiones menores en Boca Juniors. Delantero, cuyos mayores atributos fueron la potencia y el poder de gol, el Tigre debutó en la Primera xeneize en 1978. Sin tanta continuidad en el auriazul, buscó y logró rodaje en un breve pero exitoso paso por Sarmiento de Junín (1981) y retornó a Boca en 1982.

En tandém con su amigo el Cabezón Ruggeri, tras una conflictiva salida de las huestes de la Ribera, Gareca se sumó al plantel de River, y los de Núñez lo transfirieron, un año después, al América de Cali, donde bajo el comando del DT Ochoa Uribe, fue figura y bicampeón, acompañado por valores consagrados como Willington Ortiz, Roberto Cabañas, Julio Falcioni y Carlos Ischia.

Fogueado, con experiencia, este atacante de melena rubia se calzó la camiseta velezana, un sueño propio cumplido, en 1989, y compartió equipo con apellidos rutilantes como Funes, Zárate, Simeone, Mancuso o Fillol. En nuestras filas marcó 24 goles en 117 presentaciones.

El Flacó encajonó los cortos en 1994 en Independiente y antes de su adiós a la pelota se colgó al cuello con los Rojos dos medallas: El Clausura 94 y la Supercopa.

Bueno sería agradecerle en alguna ocasión el agónico tanto que le anotó-vestido con la albiceleste-al Seleccionado peruano en el marco de las eliminatorias para el Mundial México 86, un gol que posibilitó la clasificación para la cita mundialista en la cual Argentina capturó el trofeo de Campeona del Mundo.

Guardada la pilcha de jugador, Gareca se entalló en el buzo de entrenador a partir de 1995, e hizo su estreno oficial como director técnico en San Martín de Tucumán. Su curriculum como conductor de grupos, casi sin pausas, acusa este registro: Talleres de Córdoba (dos títulos), Independiente, Colón, Quilmes, Argentinos Jrs, America de Cali, Santa Fe (Colombia), Universitario de Perú (campeón), Vélez y Palmeiras (Brasil).

Por sugerencia del manager -Christian Bassedas, de perfil y similar calidad humana- Ricardo Gareca se transformó en el DT de Vélez en el 2009 y prolongó su estadía, arropada por un sinfín de alegrías, hasta el 2014. Con el Flaco en el banco El Fortín ganó 130 partidos, igualó 65, sufrió 59 reveses y se alzó con cuatro coronas: Clausura 09, Clausura 11, Inicial 12 y la Superfinal 12/13 en Mendoza. Durante ese glorioso lustro las formaciónes dibujadas en su pizarra fueron protagonistas estelares en todas las competiciones, locales e internacionales, y el funcionamiento de sus escuadras, dotado de tintes estéticos y pragmáticos, fue admirado no solo por especialistas, sino por el amante del fútbol en general.

En la actualidad, el Flaco tiene bajo su cargo al Seleccionado de Perú, y se ha transformado en un prócer en aquella nación. Clasificó al elenco incaico para un Mundial luego de 36 años de ausencia, e hizo podio en dos Copas América: Brasil 2019 (subcampeón), y Chile 2015 (tercero).

Aún lejos de casa, Gareca siempre se hace un tiempo para ratificar su amor por Vélez. Un amor correspondido.

¡Muy feliz cumpleaños Flaco!