Junta Histórica

Luis Gregorio Gallo, la huella de un santiagueño

Hoy cumpliría 75 años Luis Gregorio Gallo, alguien que dejó un recuerdo imborrable en el hincha velezano que lo disfrutó durante una década. Un jugador de notables condiciones, campeón con Vélez en el Nacional 68.

Por Junta Histórica

El 10 de abril de 1945 nació en Santiago del Estero, Luis Gregorio Gallo.

Los buscadores de talentos en el interior posaron sus ojos en “Gallito” y lo arrimaron a Liniers a principios de 1965.

Gallo trajo desde Tala Pozo, su barrio natal, y desde  Central Córdoba, su club de procedencia, el manual del marcador de punta: firmeza en el quite, concentración para el cierre, despliegue para el ida y vuelta, y prolijidad para la incursionar en ataque.

La V azulada se le tatuó en el cuerpo casi una década. Cavó una canaleta y dibujó un surco, como un equilibrista, sobre la raya derecha del césped del Amalfitani.

Cuando los directivos le entregaron el pase libre en 1975 -una decisión muy criticada por los socios- el santiagueño hacía alarde de un curriculum con 319 partidos jugados y 7 goles, números que hoy lo posicionan en el décimo casillero debajo de Carlos Bianchi y encima de Emiliano Papa- de la estantería destinada a los jugadores con mayor cantidad de presencias en la historia del Club.

Integró como titular el plantel campeón del Nacional 68, fue habitual citado al seleccionado nacional a fines de los 60 y tras su salida de Vélez completó su carrera en el fútbol boliviano, donde se dio el gusto de compartir equipo con su hijo Walter y donde colgó los botines a los cuarenta años en 1985.

Muchos de los hinchas que disfrutaron de su juego lo reconocen como uno de los sobresalientes en su puesto de toda nuestra historia.

Luis Gregorio Gallo falleció en su provincia natal el 26 de abril de 1991 en un accidente de tránsito.