Debutó en primera división el 6 de abril de 1952. Formado en el semillero del Club, previo a su presentación en la máxima categoría había brillado en la exitosa gira que el plantel profesional realizó por Brasil a principios de la temporada y sus óptimos rendimientos le aseguraron un lugar entre los once titulares.
Guapo, rápido, encarador, dotado de buena técnica y con una gran cuota de gol, Conde tuvo dos ciclos en Vélez. El primero, muy exitoso, entre 1952 y 1960, y el segundo, ya en el segmento postrero de sus carrera, en 1965.
En sus nueve años como jugador del Fortín, el Beto fue seis veces goleador del equipo y en 1954 se consagró como el máximo artillero del torneo con 19 tantos.
En tiempos donde los dibujos tácticos eran muy diferentes (2-3-5) a los que se utilizan en la actualidad, Conde, una especie de volante por la derecha con mucha llegada al área rival, convirtió la envidiable cifra de 110 anotaciones en 225 partidos. Detrás de Bianchi y Ferraro es el hombre con más goles en la centenaria historia de nuestra Institución.
Habitual convocado a las selecciones nacionales, dejó una huella imborrable en la coronación del Sudamericano del 55 y fue el autor del único gol del partido ante Italia en 1956, primer triunfo argentino ante un combinado azzurro.
Incluido, por aquellos que pudieron disfrutarlo, en la formación histórica ideal como el mejor mediocampista derecho, Norberto Beto Conde falleció el 8 de septiembre de 2014.