Siempre se persiguió empecinado quien entablaba afirmaciones, que las segundas partes nunca suelen ser buenas. Como una verdad de Perogrullo, quienes sostienen esta postura, se aferran a entrañar lo mejor de una etapa estreno con temor tal vez a intentar repetir la faena y que ésta no sea tal como supo ser.
Sin embargo, hay quienes persiguen su destino y van en busca de más. Simplemente eso. Ni una palabra de más. Sin importar el costo y el gasto que debe realizar en el camino de concretar ese objetivo. Hay gente, que se arriesga, y esa condición las hace tan valiosas como imprescindibles. Hay gente que está convencida, que las segundas partes no sólo pueden ser buenas, sino excelentes.
La mitad del año 2013 fue crucial. Cuando su situación había llegado a un límite de no retorno, de no vuelta a atrás. Debía buscar una salida. Cada vez cobrara más fuerza el rumor que era a voces y que él mismo se había encargado de prometer en aquel 2007 donde se había ido. “Voy a volver joven a Vélez para ganar cosas importantes”, dijo en el momento en que partía rumbo a Qatar. Luego de un litigio legal (que aún persiste) y con el OK de la FIFA para no cortar la posibilidad de trabajo… volvió.
Fue el 19 de Agosto de 2013. Con el torneo empezado y con una ansiedad enorme. En Floresta. Tan solo 16 minutos estuvo en cancha. Preso de sus ganas y la inactividad de alta competencia le ahogaron el reestreno. Una lesión muscular lo marginó casi un mes pero nada sería un impedimento para lo que pretendía. Porque más allá de haber tenido un primer semestre irregular y de haberse reprochado hasta el hartazgo esa reacción que lo marginó de la definición en casa ante San Lorenzo por el título del Inicial; finalizó su primer semestre del regreso con siete goles (cinco en el Inicial y dos en la Sudamericana) en tan solo doce presentaciones.
La partida de Gareca y la confirmación del Turu Flores en la continuidad de trabajo, también lo fue en título en el arranque. Porque éste delantero que venía de hacer una gran pretemporada y se mentalizaba al máximo en la Libertadores 2014, arrancó junto a sus compañeros de la mejor forma y disfrutando al máximo el título de Campeón en la Supercopa Argentina venciendo en San Luis a Arsenal de Sarandí. En un vestuario festivo, en slip, gorro de cotillón y bañado en espuma remarcó: “Vine para esto y ser Campeón con Vélez no se compara con nada”.
Sin dudas que el segundo semestre no fue lo soñado, en cuanto a resultados y lo que insinuaba el equipo en el arranque. Pero sus cifras de este segundo semestre hablan por sí solas. Fue el Máximo Artillero del Fútbol Argentino con 13 dianas en 19 juegos. Los 13 tantos que anotó en este Final 2014, fueron marcados a 2° Fecha vs Arsenal, 3° Fecha vs All Boys, 4° Fecha vs Lanús, 5° Fecha vs Boca Juniors, 7° Fecha vs Belgrano Cba., 10° Fecha vs Gimnasia LP, 16° Fecha vs Rosario Central -2-, 18° Fecha vs Colón SF -2- y 19° Fecha vs San Lorenzo -2-. La forma de anotar sus goles fueron 12 de jugada y tan solo uno de penal (ante Gimnasia en Liniers en lo que terminó con goleada para el Fortin por 5 a 1). El período de mayor efectividad fue entre los 15 y 30 minutos del primer tiempo y los primeros quince minutos del segundo tiempo, donde marcó 4 goles en cada período. Como local marcó 8 de sus goles, mientras como visitante anotó los otros 5 tantos. Además, fue el goleador de la Temporada con 18 goles. Para más números, fue el que más ocasiones tuvo (42) y el máximo rematador (79); además de ser el segundo máximo asistidor con cuatro pases de gol.
Empecinado en demostrar la falsedad de aquella afirmación fetiche de las “segundas partes”, se regaló un último acto de esta segunda etapa como la mejor despedida. Metió un doblete ante San Lorenzo en el Pedro Bidegain, donde se llevó el escudo de su camiseta a la boca y en ese beso perpetuar eternamente su amor por Vélez. Se llevará para toda la vida el agradecimiento, el cariño y hasta la incomprensión del hincha, que lo ama y lo critica con la misma intensidad pero que poco puede reprocharle.
Lo cierto, es que el camino que recorra, sea quien sea que lo reciba, encontrará a un jugador renovado. Un hombre que recuperó la sonrisa. Un tipo que podrá usar mil camisetas, pero que ama a una sola. Asimismo, y como una prueba más del sentimiento que tiene hacia el Club, realizó una importante donación dineraria que se aplicará para la terminación de un nuevo gimnasio para Fútbol Amateur que se está construyendo en la Villa Olímpica.
Mejores palabras que las del amigo velezano Daniel Ortiz en su Facebook personal no encuentro para definirlo. Por eso me tomo el atrevimiento de tomarlas prestadas para darle cierre a esta justificación que las segundas partes suelen ser buenas a la espera de una tercera como prometió en su partida. “Sos un caso extraño a veces... pero sos distinto y sos de VELEZ”, escribió Dani en su muro.
¿Hace falta decir de quién estoy hablando?...