“Mi fanatismo por el fútbol me lo contagió mi papá. De chica lo acompañaba todos los fines de semana a sus partidos, en el Club Arquitectura. Ahí empecé a jugar con varones, hijos de otros jugadores. En ese entonces no había escuelitas de mujeres para que pudieran formarse, como ahora, así que volví a tener contacto con la pelota varios años después”, comentó con nostalgia en el comienzo de la charla.  

Florencia señala que: “en un principio jugué en Defensores del Chaco, un club ubicado en Moreno que daba sus primeros pasos en el torneo de AFA”, y añade: “Ahí empecé a jugar en cancha de once, ya que antes sólo practicaba baby fútbol”, y continúa: “Después arranqué a entrenar en el SATSAID. Jugamos el torneo en la categoría B y conseguimos el ascenso a Primera División. Alcancé un buen rendimiento, y sobre todo me llevé la gratificación de alcanzar una meta colectiva”.

La volante central confiesa que “A nivel personal creo que estoy pasando un excelente momento, estoy entusiasmada con el grupo y con la forma en que se planifican los entrenamientos. Vélez es un equipo con grandes jugadoras, que se destacan en lo individual y en lo colectivo, con un carácter marcado, lo que me obliga a esforzarme cada día más”.

La abogada reseña su día a día: “arranco temprano. Por la mañana trabajo en el local de mi familia y por la tarde en un estudio jurídico. Cuando llega la hora entrenar abandono el estudio y me voy directo para el club”, y amplía: “las dos profesiones que tengo las elegí, porque son lo que me representan en la vida. Estudié abogacía por los valores que impone, por la idealización de la justicia y por todo lo que ello conlleva. Y decidí entrenarme y ser jugadora de fútbol porque es mi mayor pasión”, e indica que “es un deporte que tiene magia, que se juega en conjunto y que también lo disfrutan quienes lo ven, además de generar una ola de sentimientos inexplicables”.

Carrasco, de 28 años, es una de las más experimentadas a la hora de hablar de ascenso. Fue integrante del plantel de SATSAID que en el 2019 accedió a la máxima categoría del fútbol femenino y repasa que “obtener un ascenso es la satisfacción más grande que una jugadora puede tener, es ver transformarse el esfuerzo de una temporada en una realidad. En el recorrido una va experimentando distintos cambios, no solo físicos, sino también anímicos, que hay que saber ir manejando con el correr de los partidos. Cada fecha que pasa nos acerca más al objetivo, une al equipo y  genera un ambiente de entusiasmo”, y agrega: “En Vélez tengo la misma sensación, con el plus de que juego con amigas, con grandes compañeras, que todo el tiempo dan lo mejor de sí para entrenar, y que cada fin de semana salen a jugar con todo”.

Respecto a cómo están afrontando el periodo de aislamiento obligatorio Florencia apuntó: "Seguimos preparándonos de la misma forma, manteniendo la constancia e intensidad de las rutinas y realizando los trabajos técnicos-tácticos que nos envían los profes. Es un poco más tedioso porque entrenamos solas, pero tratamos de adaptarnos a los espacios y materiales que cada una tiene en su casa", recalca y reflexiona: "Estamos mentalizadas y preparadas para que cuando todo esto pase poder sacarle ventaja a quienes no lo están haciendo. Nos esperan fechas importantes, depende de nosotras alcanzar las metas planteadas, y para eso es fundamental el entrenamiento físico, técnico y mental que estamos desarrollando junto al cuerpo técnico y al plantel de psicólogos del club”, y reafirmó que “el objetivo principal es el ascenso y para eso necesitamos que todo el plantel esté en un gran nivel”, cerró convencida Carrasco.