En un partido muy disputado ante un duro rival y donde una polémica encendió las alarmas, Vélez tuvo que conformarse con la obtención de un punto. Arrancó perdiendo a los 4 minutos y pudo nivelarlo recién en el inicio del segundo tiempo; así resultó que en ambas mitades el líder del campeonato siempre fue más que su rival y de no ser por la gran actuación del guardameta Juan Espínola, la victoria hubiera quedado en casa.

Durante el primer cuarto de hora costó encontrar claridad. El gol de Nicolás Fernández, producto de una volea fortísima que llegó a tocar Marchiori, sumado a la presión y roce permanente de Belgrano, hicieron que Vélez no pueda mostrarse fino en los traslados ni tampoco acercarse con fluidez al área Pirata.

A los 14 minutos, la gran polémica de la noche en Liniers. Thiago Fernández remató al arco y Mariano Troilo amortiguó el disparo entre el pecho y su brazo izquierdo despegado del cuerpo. Claro penal que Fernando Echenique y el VAR omitieron. Para colmo, la acción siguió y ante el intento de Braian Romero siguió una gran respuesta Espínola, quien terminó dando aviso de lo que sería un destacada actuación.

El Fortín decididamente se paró en campo rival y comenzó a llegar cada vez con más peligro. A los 28´, el arquero le tapó el grito a Francisco Pizzini y luego de nuevo a Romero. De inmediato hizo lo propio ante un remate de Aquino y en el rebote Braian de cabeza definió por arriba del horizontal. También tuvo su oportunidad dos veces con sendos remates Thiago Fernández...y Espínola le ganó ambos duelos.

Si los 45´ iniciales fueron en gran parte de Vélez, el segundo tiempo directamente fue un monólogo de los dirigidos por  Gustavo Quinteros. Pizzini volvió a intentar y el guardameta paraguayo se hacía cada vez más gigante al tapar sin dar rebote. Sin embargo, estaba pronto a caer su resistencia porque luego de una gran jugada colectiva que derivó en una pared entre Thiago Fernández y Romero, el primero acomodó la pelota y de zurda remató bajo y preciso para encontrar el tan merecido empate. Iban 6 minutos y quedaba mucho por delante.

Vélez siguió insistiendo por ambas bandas, pero le costó llegar claro: centros pasados, remates sin tanta potencia o dirección fueron ilustrando el complemento. El partido se fue trabando cada vez más, los jugadores de Belgrano empezaron a hacer tiempo y el juego decayó. Así todo tuvo el gol Pizzini, quien no podía creer como su zurdazo cruzado se fue apenas pegado al vertical izquierdo. 

El punto deja un gusto a poco. Recién al término de la fecha podrá evaluarse si se sumó uno o se perdieron dos. A continuar de esta manera, Fortín: dando todo y superando al rival sin objeciones. Paciencia y trabajo, que la victoria volverá a estar de nuestro lado.