Fútbol

Vélez 2-0 Estudiantes

Vélez venció a Estudiantes por 2 a 0 durante la noche del lunes en el Amalfitani, por la fecha 15 de la Liga Profesional 2024. Braian Romero autor de los dos goles fortineros para estirar ventaja en la cima y para ser goleador del campeonato.

Braian en modo goleador. Alcanzó los 9 gritos y es el máximo artillero del Torneo. Foto: Hernán Mauricio
Foto: Hernán Mauricio

Palpitar, desear, querer como nada en el mundo volver a coronar. Vélez sueña despierto un anhelo que fecha a fecha se agiganta. Claro que falta un montón (12 partidos) y "los pollitos se cuentan cuando nacen" parafraseando al gran José Luis Chilavert, alguien quien de ganar saber bastante. El Fortín superó con absoluta justicia a Estudiantes y se mantiene en lo más alto del Torneo con 6 puntos de ventaja sobre sus inmediatos perseguidores. En el camino de creer e insistir, los dirigidos por Gustavo Quinteros redoblan esfuerzos.

Claro que para disfrutar primero hubo que ser paciente porque el partido recién se cerró sobre el epílogo. Lo mejor del equipo se vio en el primer tiempo, asfixiando a su rival y creándole opciones claras de gol desde el arranque. A los 11 llegó el primer grito. Tanto buscó la pelota Vélez que en la salida Pincha el arquero Matías Mansilla contró largo y Braian Romero no perdonó robándole el esférico para desde el suelo convertir. 

Un tacazo de Pizzini que se estrelló en el poste derecho, mismo lugar donde terminó el primer tiro libre de Aquino, mostraban un Fortín voraz que crecía con el despliegue por las bandas ante un rival que solo pudo merodear el empate a través de la única desconexión del fondo velezano, siendo Valentín Gómez el héroe que despejó milagrosamente en la línea. Así se fue el primer tiempo, con la sensación de merecer una mayor ventaja en el resultado.

Pizzini y Romero, una dupla que desde hace años se conocen y potencian el rendimiento del Vélez puntero.

Ya en el complemento, si bien el rival adelantó líneas y comenzó a ceder espacios en campo propio, al líder de la Liga le costó fluir aunque fue el único equipo que siguió generando peligro. Y de no ser por la figura de Mansilla, la victoria hubiera llegado mucho antes.

A poco del final, una mala entrega de Luciano Lollo terminó en los pies de Pizzini que asistio a la carrera a un intratable Romero; Braian esperó que el arquero se hamaque y colocó la pelota pegadita al poste izquierdo para desatar la euforia de un Estadio Amalfitani que vibró altísimo.

Al calor de cada triunfo, Vélez encuentra razones sólidas para creer. Ya pasó el primer cruce de la intensa seguidilla de cuatro partidos en 12 días, una muy buena medida para saber dónde estará parado este equipo que ilusiona cada vez más fuerte