Con reiteradas y abundantes dosis de fútbol, rendimiento físico y sobre todo contundencia, El Fortín sacó adelante una victoria clave para solventar una ilusión que durante 2024 se viene manteniendo encendida. Arribar a la punta de la Liga Profesional es motivo de alegría para el pueblo velezano; el equipo responde cada vez mejor y con el correr de los partidos se observa una versión muy bien calibrada del Profesor y sus muchachos.

Con la firme convinción de mostrar de entrada su voracidad ofensiva, Vélez salió a dominar al Guapo y de a poco comenzó a perforarlo por las bandas. A los 11 minutos, un desborde de Pizzini terminó en el botín zurdo de Romero y por muy poco no llegó la apertura del marcador. La clave estaba por ahí y los intérpretes se repitieron a los 24´: desborde de Pancho, centro atrás y tacazo goleador de Braian para el 1-0.

Antes, la jugada había nacido en la recuperación de Bouzat, la claridad de Aquino y la rienda suelta de Thiago Fernández; una muestra cabal de lo que el equipo terminó construyendo con sus hombres de ataque afiladísimos.

El primer tiempo se consumió entre tenencia y chances malogradas. Del otro lado, el debutante Randall Rodríguez apenas tuvo trabajo con una tiro libre de Rodrigo Insúa muy bien resuelto por el golero uruguayo. Vélez transitaba el encuentro insinuando que podía cerrarlo ni bien afinara la mira, y así sucedió en el comienzo del complemento con el golazo de Fran Pizzini tras un pase preciso del joven Fernández. 2-0 y la goleada estaba en ciernes.

Claudio Aquino aumentó cifras con un penal muy bien ejecutado previo a que a él le cometiera la falta Marcelo Miño dentro del área. A partir de ahí, el partido se rompió por completo porque Barracas bajó la guardia y El Fortín se ofreció como una máquina perfecta de avanzar y conventir.

Tras otra asistencia deliciosa de Thiago, Michael Santos marcó el cuarto grito y el propio Fernández cerró la faena con una precisa definición tras un rebote en el área. 5-0 y la punta terminó de conquistarse un par de horas después con la derrota de Atlético Tucumán en Rosario.

Triunfazo para potenciar la esperanza de cara a lo que viene. Merodeando la mitad de la Liga Profesional, Vélez dio muestras de saber lo que quiere y a qué apunta. El sábado, el Estadio José Amalfitani será una fiesta para celebrar los 30 años de la obtención de la Copa Libertadores y ojalá este equipo nos vuelva a gratificar con un nuevo triunfo. 

Nada será fácil, partido a partido se presenta este largo camino que, aunque falta mucho, pinta cada vez mejor.