Luego de su estreno triunfal ante Barracas en la Copa de La Liga, Vélez dio un paso en falso en su visita al Estadio Libertadores de América durante la noche del domingo.
En un partido donde ambos equipos se jugaban mucho y costó ver un juego lucido, Independiente se plantó mejor en campo y puede decirse que fue más que El Fortín, sin embargo la inexistente infracción que decantó en el segundo gol local y que fue cobrada a instancias del VAR por el árbitro Fernando Rapallini, terminó condicionando el resultado final. Otra vez, Vélez fue perdjudicado por las decisiones de los jueces.
Los dirigidos por Sebastián Méndez sufrieron gran parte del partido la presión del Rojo. A partir de ahí, el equipo quedó expuesto a no poder recuperar la pelota y muchas veces tampoco capitalizó las segundas jugadas. Así transcurrieron los primeros 20 minutos de partido donde el Rojo se mostró mejor y contó con su chance más clara: un disparo de Federico Mancuello que tapó abajo Leonardo Burián. Cabe destacar que el volante zurdo estaba en clara posición adelantada y el árbitro jamás se percató.
Con el correr de los minutos mermó la intensidad del equipo de Carlos Tévez y a partir de ahí, la visita pudo adelantarse en el campo. En una de las pocas chances que tuvo a lo largo del partido, Walter Bou remató de media distancia y Rodrigo Rey despejó el balón al córner, mientras que el local respondió con un zurdazo de Damián Pérez que rozó el techo del arco. Lejos de imponer sus condiciones y con sus líneas muy desconectadas, Vélez se fue al descanso con mucho por cambiar para elevar su rendimiento.
De todas formas, la segunda mitad volvió a ofrecer un protagonismo más decidido del local a partir de su juego directo. A los 6 minutos, una pelota larga por banda derecha encontró en plena carrera a Alexis Canelo, Valentín Gómez no cortó la progresión del delantero y la pelota quedó para Matías Giménez, quien en con un amague preciso desactivó a Yeison Gordillo para luego colocar la pelota contra el poste izquierdo de Burián que apenas logró rozar el balón. 1-0 y empezar de nuevo.
Cuatro minutos más tarde, Vélez tuvo la inmejorable oportunidad para empatar el partido, pero fue nuevamente Bou quien volvió a fallar luego del centro preciso de Fransico Pizzini y el arrastre de marcas de Brian Romero: el nacido en Concordia, prácticamente con el arco a su disposición, remató al lugar donde estaba el arquero quien terminó desbaratanto la acción con gran esfuerzo.
Con los ingresos de Santiago Castro, Claudio Aquino y Lenny Lobato, Vélez se desplegó con mejores ideas en campo durante poco más de 15 minutos, ante un Independiente que terminó retrocediendo en base a su nerviosismo por no poder cerrar el partido. Los espacios dejados por el local sirvieron para que El Fortín recupere alto y ataque, como sucedió en el empate parcial: Aquino forzó el error de Iván Marcone, cedió para Elías Gómez quien levantó un centro preciso para la aparición letal del Toto Castro; estupendo cabezazo del delantero juvenil para nivelar acciones ante el silencio de todo el Estadio, a siete minutos del final.
No quedaba mucho más por jugarse pero la polémica de la noche terminó de romper todo. Lautaro Giannetti y Martín Cauteruccio disputaron la pelota cerca del vértice del área grande. Sin que exista infracción del Capitán sobre el atacante Rojo, Fernando Rapallini cobró tiro libre a favor del local. Ya de por sí determinó una sanción que no existió, y mucho más cuando el VAR controlado por Leandro Rey Hilfer informó al árbitro que esa jugada fue adentro del área y por ende, penal. Todo Vélez explotó en contra del juez.
Con el gol de Matías Giménez desde los 12 pasos, al encuentro le quedaban 10 minutos de adición y ahi tampoco El Fortín pudo inquietar. Quedará para mejorar la floja prestación de Vélez en gran parte de la noche, sin embargo el equipo volvió a sufrir un vergonzoso fallo arbitral que se suma a una larga lista de desaciertos.