Vélez sumó su décima caída en el certamen, primera en la era de Sebastián Méndez, y culminó así una Liga Profesional nuevamente entre los últimos puestos. Con poco para destacar y muchísimo por corregir, el equipo volvió a mostrar exigua profundidad y rebeldía ante un rival que con pocos avances se llevó la victoria de manera justa.

El primer tiempo recién se abrió antes de concluir con el gol de Matías Coccaro. Previamente, fue un constante yerro de pases tanto en Vélez como en Hurancán, donde las defensas superaron claramente a los ataques. 

Por el lado visitante, nulo juego asociativo y muy aislados Walter Bou y Santiago Castro del resto del equipo, con escasa claridad también en los balones largos jugados desde el fondo, síntoma que se repitió durante todo el encuentro. En el minuto 44', una mano en el área de Valentín Gómez derivó en penal cobrado por Yael Falcón Pérez: Coccaro lo cambió por gol a través de un fuerte remate arriba y al centro del arco. Con poco más para destacar finalizó la primera etapa.

Con el ingreso de Gianluca Prestianni en lugar de Bou, Vélez salió al complemento con la idea de adelantarse en el campo y ganar más frescura en ataque. Así todo el buen repliegue del local fue cercando los caminos al arco de Lucas Chávez y solo un remate de Castro, que se fue muy cerca del vertical izquierdo, fue la cancha más clara de Vélez en el partido. 

En un encuentro deslucido, de pocos espacios y mucha pierna fuerte, Vélez nunca se sintió protagonista y terminó cayendo ante un rival que con efectividad y despliegue fue un justo ganador.