Vélez volvió a empatar por el torneo local y no puede mejorar su ubicación en la tabla de posiciones. El equipo de Medina alcanzó su cuarta paridad en fila y debió conformarse con el punto obtenido en tierras cuyanas..

Increíble comienzo de partido se vivió en Mendoza. Cuando nada lo hacía prever, Lucas Hoyos se enredó con la pelota sin rivales a la vista y de ese error Barrios aprovechó y convirtió el primer gol del partido, en un verdadero blooper y ante la sorpresa de todos.

El impacto de semejante fallo pudo haber calado en el ánimo del equipo, pero pese a eso la visita salió a buscar la igualdad y la consiguió a los 14 minutos, con un preciso centro de Emanuel Insúa directo a la cabeza de Diego Godín, que se elevó y metió un frentazo alto y cruzado, imposible para el arquero tombino. Gol y festejo del Faraón, que mostró todo su poderío aéreo y dejó el partido igualado.

El resto de la etapa inicial fue áspera, imprecisa y sin situaciones de gol. Ambos equipos se prestaron la pelota y no supieron encontrar los caminos para ponerse en ventaja, por eso se fueron al descanso en paridad y sin brillo.

En el complemento mejoró algo el nivel mostrado en el primer tiempo y aparecieron a cuenta gotas las aproximaciones a los arcos. Hoyos le tapó un mano a mano clave a Ojeda. Y El Fortín lo buscó por arriba, pero sin claridad.

Mejoró el equipo con los ingresos de Nicolás Garayalde y Santiago Cáseres, pero no le alcanzó para salir de esa igualdad repetida en los últimos encuentros. Ahora será el turno de hacer cambiar el chip y pensar en la copa para ponerle fin al momento adverso que atraviesa Vélez, que luce bajo desde el juego y lejos de las victorias. Ojalá sea el miércoles y por la Copa antes Talleres, Liniers sea una fiesta y la gente pueda disfrutar de una verdadera final.