Vélez cerró una buena actuación y justificó el triunfo ante Rosario Central, pero no estuvo exento de pasar sobresaltos o sufrir por demás en el segundo tiempo. El Fortín fue un amplio dominador del trámite y mereció más de lo que marcó la chapa final.

El primer tiempo mostró la mejor versión del equipo desde la llegada de Alexander Medina, porque tuvo paciencia para manejar el balón con criterio, presionar a un rival endeble en su última línea y crearle varias chances de gol.

La insinuación de los primeros instantes se confirmó a los 5 minutos, cuando Lucas Pratto presionó y provocó el error de Servio en una salida, el Oso se tiró a los pies del arquero dentro del área y la pelota le quedó a Luca Orellano para empujarla al gol.

A partir de ahí la visita sintió el impacto y cometió muchos errores que el conjunto local no supo aprovechar, porque lo tuvo con un cabezazo de Leonardo Jara y el rebote de Abiel Osorio, que no pudieron convertir tras un blooper que incluyó rebotes en el portero y el poste derecho en la misma jugada, también pudo haber estirado el resultado el propio Orellano, en un corrida ante Komar, que remató apenas desviado. Esas fueron las más claras oportunidades de la etapa inicial, pero no las únicas, porque Vélez trabajó mejor y se fue al descanso por la mínima ventaja.

El complemento fue distinto, porque la visita salió a buscar la igualdad aunque con muchas impresiciones y cierta debilidad ofensiva. Central adelantó sus líneas, pero los de Liniers no se desordenaron y mantuvieron latente la chance de aumentar el resultado en cada ataque.

Lucas Janson metió un cabezazo a la carrera en el área chica tras un centro de Pratto, que por poco no fue el segundo, en la situación más clara hasta ese instante del complemento. Porque promediando la segunda parte, El Fortín bajo intensidad y le permitió a Central empujar hacia el arco de Lucas Hoyos y generarle zozobra en más de una ocasión. Debió intervenir el VAR para que Espinoza revirtiera el penal que le había dado al conjunto rosarino y de inmediato el arquero mendocino sacó en la raya un córner de Benítez. Fue el peor momento de los de Liniers porque no recuperaron la pelota y retrocedieron varios metros en la cancha.

Una vez que pasó el sofocón, llegó el alivio final con un doble cabezazo en el área rival, primero de Valentín Gómez para bajarla y luego de Damián Fernández, para empujarla y gritar su primer tanto en la máxima categoría.

Ganó Vélez y la victoria sirve para sumar el primer triunfo, dejar buenos pasaje de fútbol y fortalecer el aspecto anímico de cara a lo que viene, especialmente en 8 días por los Octavos de Final de la Libertadores. El compromiso inmediato será ante Defensa, el sábado en Varela, para confirmar que el de hoy puede ser el comienzo de algo mejor.