Fútbol

Goles que son amores de Fábrica

Mateo Pellegrino, Julián Fernández y Santiago Castro, marcaron sus primeros goles en la máxima categoría. Luca Orellano asistió a un par de ellos y entre los cuatro, coinciden en una idea: "Es un orgullo representar a La Fábrica".

Orellano, Castro, Fernández y Pellegrino. Sonrisas de goleadores formados en casa.
Por Diego Guitian

La goleada ante Cipoletti del último martes, trajo algo más que la alegría por volver a la victoria y avanzar en la Copa Argentina: Por primera vez en la historia profesional del primer equipo de fútbol, cuatro jugadores tuvieron su bautismo en las redes en un mismo partido

Franco Díaz abrió la cuenta. El ex Temperley se llevó todos los flashes y un válido reconocimiento del hincha fortinero. Luca Orellano lo asistió. Y ni bien comenzó el complemento, otra vez el Rayo se iluminó para habilitar a Mateo Pellegrino. El 10, en modo indomable, marcó un golazo para el 3-0 parcial. Pero Luca nunca dejó de brillar y nuevamente dejó solo a Julián Fernández para que amplíe la cuenta. Faltaba un tanto más para cerrar el resultado y llegó a través de Santiago Castro. Todo salió redondo en un segundo tiempo perfecto con aroma a "hecho en casa".

"Lo asimilé rápido porque no puedo quedarme en el recuerdo pero bueno, es algo irrepetible y así lo disfruto. Ojalá sea el primero de un montón", dice Mateo Pellegrino. El Tanque jugó su primer encuentro desde el arranque (lleva 9 en total) y coincidió con su estreno en la red. A la espera de más gritos, asegura: "Algo significa que los chicos del Club hayamos convertido. Eso demuestra que estamos preparados, todos tenemos un buen nivel y encima el grupo nos recibió muy bien a todos".

Julián Fernández lleva tres encuentros en primera. "Estoy muy contento, viví un momento único porque siempre cualquier jugador sueña con esto. Antes de entrar, Leo Jara me dijo que ellos jugaban en línea y me pidió que trate de romper en diagonal. Eso hice cuando lo vi a Luca que me asistió muy bien. Y bueno, después parecía fácil definir pero empecé a dudar, gracias a Dios resolví rápido porque me llegaba la marca",  firma el pibe de 18 años. Por supuesto, él también elogia el trabajo que se hace abajo: "Hay muy buenos jugadores en La Fábrica. Estoy muy contento con todo lo que se viene por delante".

Para Santiago Castro "es un sueño hecho realidad, más con esta camiseta que defiendo desde muy chiquito. Soy hincha de Vélez y fue tocar el cielo con las manos". De no integrar la nómina para el banco e ir al Estadio a ver a sus compañeros, pasó a ser suplente por la lesión de Sosa Sánchez. Y de ahí, a su ingreso triunfal al partido. "Es el fruto de tantos años de trabajo que también refleja lo que es el Club con sus juveniles. Disfruté mucho el gol de Juli porque lo conozco, es como mi hermano y encima nos abrazamos en los gritos de cada uno", afirma el Toto y deja un perlita con su asistidor, Agustín Bouzat: "Cuando entré le dije ´por favor Chiqui, tirame un centro´ y me respondió ´bueno, veré qué puedo hacer´. Después de marcar, me abrazó y me dijo: "lo pedís, lo tenés".

Con la estela de su brillo aun vigente, Orellano lleva un recorrido mayor que los tres jóvenes goleadores. Por eso sin perder la humildad, observa con una óptica diferente lo que hicieron sus compañeros: "Es inolvidable convertir tu primer gol. Mateo se lo merecía, Juli cada vez juega mejor y al igual que Santi los tres tuvieron su tarde soñada. No tengo dudas que Inferiores se trabaja muy bien y eso explica el futuro que tiene Vélez ".

Dando crédito al rigor estadístico del medio El Fortín de Vélez, cuyo dato brindado justifica el inicio de la presente nota, el primer equipo vivió el martes una jornada histórica. Porque La Fábrica se nutre al ritmo de la formación que pregona. Y disfruta la cosecha de una siembra que siempre proyecta grandes ilusiones.

Luca, Mateo y Julián. Una sociedad que empieza a dar sus frutos.