El 19 de febrero será una fecha que Julián Fernández (Buenos Aires, 30-1-2004) recordará para toda su vida.

El año pasado, en este mismo día, debutó en Reserva ante Sarmiento en Junín. Al cabo de 2021 disputó 24 partidos y marcó tres goles en dicha divisonal. Ahora fue el turno de la efeméride más esperada en la vida de cualquier futbolista: su presentación en la máxima categoría. 12 meses intensos, de aprendizaje y crecimiento permanente, llevaron a que este extremo zurdo de prometedoras condiciones, comience a desandar una trayectoria que seguramente le traerá muchísimas alegrías.

A los 88 minutos ingresó en reemplazo de Luca Orellano. Similares características comparte con el Rayo: pierna izquierda hábil, picante en el uno contra uno, interesante pegada y parados posicionalmente con perfil cambiado. Julián le imprime a cada intervención, un tranco elegante producto de su altura (1,83 mts.). Tiene todo para ser un jugador con enorme futuro.

En el primer ataque por su lado, hizo pasar de largo a Gastón Togni que tuvo que derribarlo para que Fernández no siga avanzando. Y unos minutos después, finta mediante, otra vez puso a bailar al mismo rival. Poco tiempo en cancha, suficiente para mostrar su talento.

Julián, forjado en esa inagotable usina de talentos que es el Fútbol Infantil de La Fábrica, llegó a Vélez en 2009, con tan solo 5 años. Hoy se convirtió en el decimoquinto futbolista en debutar de la mano de Mauricio Pellegrino. Este flaco de fina estampa, puso primera y ahora va por más porque tiene con qué.