Vélez comenzó con el pie derecho su participación en la Copa de Liga 2022, porque se quedó con los tres puntos en su debut ante Aldosivi, en casa. El Fortín fue de menor a mayor y justificó la victoria desde su contundencia y oportunismo para aprovechar los momentos favorables en el partido.

El modelo 2022 del equipo de Pellegrino dejó ver en su primera presentación, algunas variantes respecto a lo que ofreció el año anterior. Ante las ausencias de jugadores acostumbrados a hacer de la posesión la base de la estrategia ofensiva, la renovación llegó no sólo a través de los nombres, sino también de la idea. Este parece equipo más vertical y menos posesivo que el anterior, donde jugar largo no es una excepción, sino una herramienta para saltear líneas y buscar profundidad. 

Pese a eso, el arranque del cotejo no fue auspicioso porque entregó una imagen pálida del conjunto de Liniers, dominado en algunos pasajes por un rival que le manejó la pelota y lo obligó a replegarse, pero que nunca le generó peligro real ni mayores sobresaltos.

Ninguno pudo sacarse ventajas en la etapa inicial y dejaron pocos aspectos por destacar. La primera media hora demostró como las marcas superaron a las ideas ofensivas y el partido fue de bajo vuelo y careció de aproximaciones a los arcos.

Recién a los 30 minutos, El Fortín contó con una llegada clara en los pies de Nicolás Garayalde, que pisó el área para definir cruzado y el arquero Devecchi le tapó el remate. Luego Lucas Pratto, en el epílogo del primer tiempo, apareció para exigir al máximo al arquero visitante, que envió al córner una volea fantástica del Oso.

La segunda mitad fue distinta, porque Vélez salió a buscar el encuento con mayor decisión y exigió al Tiburón en más de una oportunidad, al punto de convertir a su arquero en una de las figuras de la noche. El primer aviso llegó desde la cabeza de Matías De los Santos -cada vez más sólido en sus actuaciones- que tras un córner de Luca Orellano obligó a otra invervención espectacular del portero.

Enseguida, el uruguayo le devolvió la gentileza y con un pelotazo largo lo puso a correr al 10, que apretado contra la raya de fondo eligió pegarle fuerte al primer palo y desestimó las opciones de pase que tenía con Pratto y Janson que acompañaron por el centro del área.

La paridad se rompió a los 18 minutos, cuando Janson se hamacó por izquierda y metió un centro largo, que no llegó a conectar Sebastián Sosa Sánchez y le cayó a Orellano, que con gran categoría acomodó para su pie zurdo y definió suave ante la salida del portero. Gol y festejo en Liniers. 

La visita acusó el impacto y salió a buscar la igualdad, pero en el tramo del encuentro en que más se acercó a Hoyos, Vélez capitalizó una contra y Janson rubricó -con una bomba de derecha- una gran jugada colectiva que incluyó a Pratto y al recién ingresado José Florentín. Golazo.

Después del segundo tanto la sensación de resultado sellado se adueñó del partido. Y fue ahí cuando el equipo de Pellegrino se soltó y tuvo sus mejores momentos, con espacios y mayor tranquilidad pudo haber convertido en goleada una noche que comenzó difícil, pero que a fuerza de convicción y efectividad logró justificar en el resultado.