Fútbol

Escuchando al Capitán

Fabián Cubero y Thiago Silvero, marcador central de la Novena División, ofrecieron este viernes una entretenida charla a través del Instagram oficial del Club donde, de Capitán a Capitán, transmitieron vivencias y dejaron fluir su amor por Vélez.

En tiempos de pleno auge de las redes sociales, donde los protagonistas muchas veces eligen brindar en exclusiva su testimomio que antes ofrecían por otros medios, vivir lo que acontenció en la noche del viernes desde la cuenta de Instagram de Vélez, ya no es una novedad. Al menos para Fabián Cubero, muy activo en dicha plataforma, o para el joven Thiago Silvero, quien prácticamente se crió en este mundo virtual de likes y reposteos. Pero sí para la comunidad Fortinera, que en este caso vivió por primera vez esta clase de entrevistas donde el jugador con mayor cantidad de presencias con la V en el pecho, dialogó en directo con un jugador de la Novena. Sin duda alguna, fue un encuentro inolvidable para todos.

A las 20hs, Poroto inició sesión y comenzó a mostrar interesantes dotes como Host o presentador. De inmediato, enlazó comunicación con el joven de 14 años para darle rienda a una jugosa comunicación que se explayó por espacio de 1 hora y 20 minutos. El futbolista que se retiró a sus casi 41 años y el pequeño jugador Categoría 2006 que recién está empezando a forjar su sueño, se entretuvieron hablando de fútbol y la vida como dos verdaderos capitanes que son.

Cada uno en la comodidad de su hogar, Silvero se dejó ver desde el living decorado especialmente con sus retratos de fondo de su reciente época de Fútbol Infantil. Firme al hablar, seguro de enfrentar a su ídolo según declaró en la entrevista que le brindó al Sitio Oficial la semana pasada, Thiago no escatimó preguntas y abordó la charla preguntándole de todo a Cubero: Qué planes tiene en su nuevo vínculo con el Club, cuál fue su mejor compañero en cancha, su arribo y vivencias en la pensión, cómo hizo para mantenerse en la elite del fútbol profesional tantos años; algunas de las principales requisitorias del pibe.

El nacido en Mar del Plata y ganadador de siete títulos con El Fortín, dijo que estaba viendo de reincorporarse a la Institución a través de un cargo que él mismo definió como "Embajador del Club" y que atravesaría todas las áreas deportivas en virtud de su trayectoria dentro de Vélez. Poroto también se explayó sobre sus inicios en la alta competencia y qué significaba compartir sus primeros planteles rodeado de muchos jugadores que ganaron todo. Siguiendo sus palabras con suma atención, Thiago se mostró atento en toda la charla y hasta se animaron subrayar criterios sobre lo que ellos consideran que es ser "un buen Capitán de grupos".

"Vos sos el ejemplo de tus compañeros. No quiere decir que seas mejor que ellos, pero sí debés marcar quién sos a través de tus mensajes. Hay un montón de situaciones que nos tocan vivir dentro del fútbol, en entrenamientos, en el ámbito que sea, y siempre hay que respetar el lugar donde estás", señaló Poroto. Y Silvero respondió: "Yo como Capitán siempre trato de hablar con todos los chicos de mi Categoría, les pregunto cómo están y qué les falta y trato de mantenerme responsable y atento a todo".

Por supuesto que no faltaron loas a la Institución que los cobija. "Mi sueño es jugar en primera en este Club del cual soy hincha desde chico. Acá te dan todo: psicólogos, nutricionistas, apoyo escolar y así te dan más ganas de cumplir tus sueños", dijo Silvero. Poroto remarcó que en su época de inferiores, esos especialistas no existían pero que hoy día "es habitual porque Vélez marca una gran diferencia con el resto dado que siempre te acompaña y está cerca tuyo. Uno tiene que aprovechar bien dónde está porque muchos quieren ocupar tu lugar".

Quedaron en verse en la despedida del Gran Capitán o cuando la cuarentena llegue a su fin, en el "Amalfitani que tanto se extraña", coincidieron a dúo. Cubero le agradeció a Thiago la comunicación y el pibe, correspondió en la misma línea. De un Capitán a otro, lo instó a que siga por el camino del esfuerzo y creciendo a día a día. Y el chico, feliz, cerró seguramente un día que jamás olvidará.