El confinamiento a causa de la pandemia global por Coronavirus nos mantiene distantes para cuidarnos, pero más cerca que nunca para compartir desde casa, maravillosas entrevistas con los protagonistas del Fortín.

El turno de este lunes fue para el hombre récord, Fabián Cubero. Junto al excelente Álvaro Norro, el mítico capitán regaló una charla fantástica para que disfrute el hincha.

Prácticamente, este aislamiento obligatorio se juntó con su retiro de la práctica activa del fútbol y todo es raro en la vida del Poroto. “No quiero achancharme”, arrancó. “Al no tener horario, te acostás tarde, almorzás tarde. Lo más difícil es organizarme. Me siento extraño levantándome a las once de la mañana”.

Reconociendo que anda por la casa con el short de Vélez, tuvo un recuerdo muy lindo de su paso por la pensión del club, donde mencionó amigos como Ariel Ércoli. “Fue una época muy linda. Me relacionaba mucho con la gente del club cuando iba al poli. Eso me hizo familiarizarme mucho con la institución”.

Fabián también brindó palabras para los chicos que recién se inician en la profesión. “De chico tenés que ser profesional en cada entrenamiento, hasta en el colegio. No es fácil, no sos titular siempre por más que la rompas un partido. Todo es formación”.

Álvaro le consultó sobre su foto preferida en su carrera y él no dudó en elegir esa ensangrentado y con vendaje en la frente. “Elijo esa foto porque es mi historia, mi carrera, el sacrificio. Nunca pude aflojar, ni dar ventaja, siempre tuve que pelear”.

No pudo elegir al mejor entrenador que lo dirigió porque tuvo “a los mejores”; pero sí tuvo palabras de agradecimiento al primer plantel que conformó, con los campeones del mundo.

Cubero se proyectó a futuro y no dudó en demostrar sus ganas de seguir ligado al club. “Estamos hablando con la directiva por una propuesta que me hizo. La idea es colaborar con la institución”.

Y hablar de su club es reconocer el amor que perdura año a año. “Me gusta Vélez, lo que es, la política que lleva que es el amor por el club”. Agregó además que “es mi verdadera casa. Es una institución que si te dejás abrazar, te abraza”.

La pandemia le puso puntos suspensivos, una pausa a su despedida. “Veníamos embalados con la producción, con los invitados. Si bien es una fiesta a mi carrera, es para todos los campeones que tuvimos. Algo muy nuestro, muy Vélez”.