Le tocó volver al once en una parada brava. En la agobiante tarde de Córdoba, el Potro salió al ruedo y su desgastante esfuerzo, fue vital. Participó en las principales jugadas de riesgo. Le cometieron penal (el que cobraron y el que no), hizo la finta perfecta en el gol de Cufré; y se entregó al máximo para ser una pieza importante, más allá de su función goleadora.
Es uno de los jugadores más pedidos por el hincha, porque siempre que se lo necesitó, pagó con tantos que significaron puntos importantes para Vélez.
Rodrigo Salinas destaca con el Sitio Oficial la importancia del momento colectivo y además, desde lo personal, valora esta nueva oportunidad de ganarse un lugar.
"El empate en Córdoba es importante, porque se empezó perdiendo. Estaba difícil el partido por el calor, también porque es una cancha que no es fácil para ninguno. Supimos revertir todo eso. De todas formas, nosotros somos de pensar que merecemos un poquito más por lo que brindamos. Sirve para seguir sumando y ojalá que esa confianza nos sirva para ganar de local", asegura el largo delantero.
Es que no termina siendo un dato menor el punto alcanzado en el Mario Alberto Kempes, analizado desde la óptica de cómo terminó jugando el Fortín y lo que mereció en el desarrollo. Se puso de pie ante los golpes que te da el juego y nunca abandonó la idea de saber qué es lo que quiere. "El equipo nunca se desmoronó, ya que tuvimos el penal, el tiro en el palo, después de esa jugada me queda un rebote que me la saca el defensor, fueron varias las situaciones de peligro. A veces esas pelotas entran y otras no, como nos está pasando a nosotros ahora. Lo bueno es que se sigue intentando, se olvida rápido de esos momentos negativos del partido y se sigue yendo en busca de los objetivos", resalta al mismo tiempo que reafirma consciente: "eso es muy valorable porque cuando se revierta esa cuotita de suerte, se nos van a empezar a dar las cosas".
No es casualidad que ante cada nueva fecha, el mundo del fútbol destaque el juego de Vélez. La bandera que enarbola Gabriel Heinze la interpretan en el campo sus soldados, independientemente de la necesidad de sumar. Rodrigo afirma esta teoría y revela la fórmula. "Entrenamos para ser protagonistas y lo hacemos convencidos. Si bien vos podés estar necesitado, sabés que la mejor manera de obtenerlos es yendo a buscar los partidos y no esperando a ver qué hace el rival. Tratamos de ahogar al adversario, de proponer, de ir a buscar el arco contrario. Se nos están negando algunas cositas, pero creemos que es el mejor camino para poder sacar la mayor cantidad de puntos posibles de acá a lo que nos queda".
En plano personal, en Córdoba, Salinas sumó después de mucho tiempo 82 minutos en cancha. Más allá de lo numérico, se sintió útil para sus compañeros. "Hacía mucho que no jugaba casi un partido entero. Con el calor y demás, me costó un poco pero me sentí muy bien, creo que pude ayudar al equipo; más allá que no pude convertir que es lo que más se ve de mi trabajo. Siempre intento luchar y correr. Cualquier pelota que yo pueda ganar va a ser importante".
El delantero del Fortín tiene bien en claro cómo son las cosas, la posibilidad que se le presenta y que no tiene que aprovecharla solamente en los noventa y tantos minutos que dura el encuentro. "Entreno siempre al ciento por ciento e intento convencer al entrenador en el día a día; no espero al partido para hacerlo. Después Gabriel tiene una idea y al momento del partido pone a los once mejores y bienvenido sea. Cuando me toque jugar, como me está pasando ahora, me voy a brindar y tratar de hacérsela difícil para que confíe en mí".

Dentro del esquema, el Potro es un hombre de área en un equipo que mueve el balón y todos deben ser parte de esa generación. Un papel que tienen muy incorporado y que requiere de mayor profundidad, como se mostró en las últimas presentaciones. "Lo que se está buscando es ser más profundos. Nosotros notábamos que teníamos los movimientos muy aceitados, pero nos faltaba un poco más de tres cuartos hacia arriba. Ahora nos estamos animando, rematando, tirando centros; por eso es un poco más fácil para mí porque soy más de hacer movimientos en área que fuera de ella. Cuando salgo de ese espacio busco ser lo más simple posible, porque no soy el más dúctil y veo de adaptarme. Pero sé que cuando cae la pelota dentro del área es mi responsabilidad y trato de aprovechar cada situación al máximo".
En la última pretemporada, se dio la sorpresiva partida de Zárate. El dorsal 9 quedaba vacante y sin dueño. Un número con peso en el club, que no todos se animan a portar en sus espaldas. El nacido en Berisso asumió el desafío. "No es una presión llevar la nueve. Han pasado muchos delanteros que han usado ese número acá como Carlos Bianchi, jugadores muy grandes. Me gusta usarlo. Obviamente me gustaría llevarlo de la mejor manera y marcando la mayor cantidad de goles posibles; pero como siempre digo, me voy a brindar al máximo y el día que no esté en este club se juzgará lo que hice. La nobleza y la honestidad con la que llevo mi carrera no me hacen sentir la presión de llevar la nueve. La llevo con orgullo".
Volviendo al plano futbolístico, anotar goles es parte de su curriculum vitae. De todas formas, lo peor que puede suceder es desesperarse cuando estos no aparecen. "El gol ya va a venir. El penal lo pateó el Monito que venía bien y seguro. Veremos si hay un próximo, si me toca patearlo; pero el gol ya va a llegar. Ojalá llegue el lunes, que va a ser un partido lindo. Tenemos que ganar, tenemos esa obligación por ser locales. Estamos en un momento del torneo en el que si logramos una pequeña rachita nos podemos posicionar en todo sentido, en la tabla y en la confianza. Estamos buscando eso".
Carlos Martino