Con cierta bronca, el ídolo del Fortín se refirió a la tercera igualdad consecutiva jugando en Liniers: "Tenemos que aprender a jugar cuando vamos ganando. A veces nos pasa que tenemos que jugar sin pelota porque el rival está perdiendo y salen a presionarnos, ahí deberemos jugar no tan abajo y tirar un pelotazo para ir a buscar en campo rival. En el segundo tiempo, San Lorenzo mejoró, nos llevó a meternos atrás y a cometer faltas que nos terminaban empujando aún más hacia nuestro arco".
Sin encontrar las razones que llevan a ver a un Vélez tan cambiante de un tiempo a otro, Mauro dijo que "hicimos todo bien durante la primera mitad y en la segunda, parecíamos otro equipo. En los 15 minutos iniciales si no hicimos todo mal, pega en el palo. Es difícil así. En el primer tiempo tampoco supimos liquidar el partido".
"Con el Mono Vargas nos estamos entendiendo desde el primer partido que jugamos juntos. Hablamos en los entrenamientos y tratamos de mejorar todas las jugadas. Es una sociedad que cada vez está mejor".
Respecto a la salida del equipo, remarcó que no fue nada grave pero que "me agarró un calambre, probé un ratito más y en el primer pique que hice me tiró el isquiotibial. Preferí que ingresara un compañero en mi lugar".
Consumado el descenso de Chacarita, El Fortín aseguró su permanencia en la máxima categoría con 15 puntos por jugar. Esa razón, para el delantero "nos permite encarar los partidos más tranquilos. Esperemos que esto sea a favor y no nos relaje, cosa que no creo que pase. Tenemos que ganar todos los encuentros que restan o sacar la mayor cantidad de puntos".
Para finalizar, Zárate hizo mención sobre lo que significa enfrentar a San Lorenzo: "Hay una rivalidad muy linda y nunca se quiere perder contra un equipo así. Por suerte nunca me tocó perder contra ellos", dijo el ídolo sobre el rival al que más goles le marcó en su carrera, seis en total.