Fútbol

“Debo ser paciente y sumar minutos para demostrar mi capacidad”

Matías Aguirre, centrodelantero de la Cuarta División y con algunos partidos en Reserva, llegó a Vélez Sarsfield hace cinco años con la idea de cumplir el sueño de ser jugador profesional.

Por Nicolás Codina

Oriundo de Margarita, Provincia de Santa Fé, el Tanque-apodo legado por el entrenador Jorge Solari de su paso por Renato Cesarini- sabe que al no tener contrato el tiempo le juega en contra, pero no se desespera, por el contrario, ese escollo lo fortalece en la búsqueda por lograr ese objetivo tan anhelado.

Son las 18 horas de un martes otoñal y el juvenil, café con leche mediante, se presta a hablar con el Sitio Oficial. Dentro de la confitería del club se considera como en su casa. Vivió tres años en la pensión y siente todo lo que rodea a ese sector como si fuese propio.

Amante del rock nacional, por afinidad con Lucas Robertone y Juan Manuel Marchesini (compañeros de habitación), el santafesino de 1,80 metro recuerda cuando le tocó ir al banco frente a Temperley, ante la intempestiva salida de Mariano Pavone de la concentración: “En mi pueblo se alegraron cuando me dieron la chance de ser suplente en la primera. Fue una gran satisfacción, única. Nunca me voy a olvidar el haber entrado al Amalfitani y ver a toda esa gente alentando” evoca Aguirre.

Amante del rock nacional, por afinidad con Lucas Robertone y Juan Manuel Marchesini (compañeros de habitación), el santafesino de 1,80 metro recuerda cuando le tocó ir al banco frente a Temperley, ante la intempestiva salida de Mariano Pavone de la concentración: “En mi pueblo se alegraron cuando me dieron la chance de ser suplente en la primera. Fue una gran satisfacción, única. Nunca me voy a olvidar el haber entrado al Amalfitani y ver a toda esa gente alentando” evoca Aguirre.

-¿Cómo manejas la ansiedad,  ya que a tu edad muchos chicos ya están en Primera o en Reserva?

-Uno entrena en la semana para jugar en Reserva y esa es la aspiración. Hay que ser paciente y tratar de sumar minutos donde sea para poder demostrar que estás para mucho más.

-Con Morigi hiciste muchos goles el año pasado, ¿Fue el DT que más te marcó?

-Fue uno de los importantes. El año pasado hice 14 goles en Cuarta, fue un torneo muy bueno, peleamos hasta el final. No me quiero olvidar de Walter Pico, quien fue el que me dio toda la confianza cuando jugaba en Quinta y me empezó a poner de titular; ni de  Diego Medina, que cuando trabajaba para Vélez me vio en un torneo en Renato Cesarini y me trajo al club.

Matías siente a Vélez de una manera especial, “Siempre voy a estar agradecido aunque no tenga la posibilidad de quedarme después de junio. Los dirigentes han estado siempre a disposición, y cualquier palabra de aliento cuando se vive lejos de los afectos, siendo tan joven, es muy importante” sostiene.

Fanático de Viejas Locas y de Los Redondos, el Tanque se siente un bicho raro entre tanta cumbia y peinados modernos.

-Jugaste con varios chicos, ¿Con quién te entendiste mejor?

-Hoy me entiendo muy bien con Bogado, con el Chapa Lettieri y Pablito Monje. Hace rato que jugamos juntos y eso se nota.

Vivir lejos de la familia, juntarse con muchos pibes desconocidos y que vinieron a Buenos Aires en busca de las mismas metas, no debe ser fácil. Por eso, la ayuda dirigencial y profesional es vital. Aguirre resalta el apoyo familiar y el de su novia Aluminé, a quien quiere profundamente, como soportes necesarios en esta etapa de su carrera. Y puntualiza los valores que, además de traer de su Santa Fe natal, aprendió en el club: amistad, solidaridad y compromiso.

Termina la nota y Matías Aguirre se va saludando a todo aquel que se le cruza en el camino. Una demostración de que el trienio transcurrido en la pensión sirvió para sociabilizar, estrechar vínculos y sentirse arropado de cariño, como en casa.