Fútbol

“Es un orgullo defender la camiseta de Vélez”

Si de sueños se trata, Ariel Muñoz tiene muchos pero uno en particular: Que no le falte nada a su pequeña Ambar y para eso quiere triunfar en el fútbol. Desde los 7 años en Vélez, el Chino, volante atrevido de la Quinta y el Selectivo, proyecta en grande.

Por Diego Guitian

Seis Divisiones de Cuarta a Novena. Casi 180 juveniles fraguando el mismo sueño: Convertirse en futbolista profesional y vivir dignamente de este deporte. En la vida de Elian Ariel Muñoz Aizcorbe (21/7/2000), volante ofensivo de la Quinta, no hay diferencias en los anhelos futuros con respecto a sus compañeros de la cantera velezana. Aunque en cada historia sí existen matices. Con 17 años, es padre de Ámbar Isabel, de cuatro meses, y convive junto a su compañera y madre de la pequeña, Antonella. El Chino sigue siendo un adolescente que juega muy bien al fútbol pero en un abrir y cerrar de ojos, se convirtió en un hombre con muchas responsabilidades.

“Cambió mi vida por completo. Trato de ahorrar y comprarle las cosas que precisa la bebé. Es algo lindo y una responsabilidad enorme. Pienso que mi futuro está en el fútbol, de chico me lo puse en la cabeza y si quiero triunfar, tengo que dar todo para lograrlo”.

Ariel llegó a Vélez a los 7 años. Nacido y criado en el Barrio Libertador (Partido de Tres de Febrero), un captador lo llevó a probarse al Polideportivo cuando recién empezaba a formarse la Categoría 2000. Allí empezó a soñar en grande, incluso cuando no le tocaba jugar en Infantiles o ya en Juveniles. “Era más bien de talla pequeña. Y en Octava tuve el problema de los cartílagos de crecimiento, primero en una pierna y luego en la otra. Recién en Séptima (2016), con Lucas Rodríguez Pagano como entrenador, empecé a sumar minutos cuando se fue Benjamín Garré. Fue mala para el grupo su partida, porque estábamos bien con él, hacía mover a todo el equipo. Luego, nos costó adaptarnos a su ausencia”.

Lo que relata Muñoz es cierto, pero la partida del hoy jugador del Manchester City, ofrece la otra cara de la moneda: Tanto él como Álvaro Barreal (N d R: compañero de Ariel en la Quinta y el Selectivo) empezaron a sumar minutos. Zurdos los dos, atrevidos en el uno contra uno, le dieron frescura y una jerarquía a la Categoría 2000 que hasta ese momento no había mostrado en Juveniles.

Dice que “detrás del 5 rival, es donde mejor rindo” y asegura que siendo parte del Selectivo, Marcelo Gómez le pide “encarar hacia adelante y buscar el espacio entre líneas. El Negro quiere que baje a buscar la pelota y junto a los otros dos volantes, la manejemos nosotros”. Recuerda que le dijeron que tiene  “un estilo de juego elegante” y consultado sobre de qué carece para ir convirtiéndose en un jugador más completo, el Chino no duda: “Me faltaría mayor agresividad en los metros finales, soy más de juego pausado, de toque y utilizar la visión de juego”.

-¿Cómo estás viviendo esta oportunidad del Selectivo?

- Es todo muy lindo, me esforcé para lograr esta chance y no quiero desaprovecharla por más que ahora estoy con conjuntivitis y recién el lunes 5 de febrero tengo que volver a reintegrarme.

-¿Qué evaluación hacés de los partidos de pretemporada ante equipos de B Metropolitana?

-Me sentí bien. Estaba un poco nervioso, sumado a que era la primera vez que jugábamos todos juntos. Es mucha la diferencia que hay con equipos de Primera B, te presionan de todos lados.

-¿Qué significa en tu vida defender los colores de Vélez?

- De chiquito que estoy acá y es un orgullo, el club es muy bueno para los jóvenes, nos cuidan muy bien. Vélez es la única institución que les da tanta bola a los chicos.

Muñoz espera volver a entrenar con primera y despertar el interés de Gabriel Heinze, “un técnico que está en todos los detalles y te marca muchas cosas”. Y mientras ve crecer a la pequeña Ámbar, espera su oportunidad para debutar en Reserva. Sabe muy bien qué quiere, hacia dónde va y junto a quién. Paciencia y condiciones futbolísticas, posee en abundancia para cumplir el sueño que desvela a sus achinados ojos.