Fútbol

Anotale 600 Porotos con la V Azulada

El Periodista Osvaldo Rao repasa en la presente nota para el Sitio Oficial la carrera de Fabián Cubero a punto de alcanzar la cifra de 600 partidos en Primera División con la camiseta de Vélez. La historia de Poroto en estas líneas.

Felicitaciones POROTO. Leyenda viva de nuestro Vélez.

Mundial sub 17 de Ecuador 1995. Fabián Cubero con apenas 15 años ganaba la medalla de bronce, al ganarle en semifinales a Omán por 2-0. El pibe marplatense que jugaba para Renato Cesarini empezaba a entrar en la consideración del periodismo. Fue el primer mundial de la era Pekerman y con ello la televisación del mismo. Nunca imaginó por aquel Agosto que Diego Trotta y Sergio Caruso (jugadores de Vélez) iban a ser sus compañeros seis meses después.

Julio Santella el PF de Carlos Bianchi lo siguió. Conocía al papá de Poroto porque es oriundo de Mar del Plata y le preguntó si le interesaba probarse en Vélez. La respuesta no fue necesaria. En enero de 1996 viajó a Necochea donde Vélez hacía la Pretemporada. En su primera práctica de futbol Bianchi lo mandó a hacer marca personal a José Basualdo. Gustó y quedó. Fue a vivir a la pensión con otros pibes con los mismos sueños de primera: Ariel Ercoli, Javier Maiorani, Rodrigo Marangoni, Juan Carlos Falcón, Darío Presa, José Luis Lazcano, Silvio Monges. Ahí se reencontró con Sergio Caruso. En el primer semestre de 1996 estuvo con el plantel de inferiores.

Con la llegada de Osvaldo Piazza como DT la cosa cambió. Vélez iba a jugar la primera final de la Supercopa y en la fecha 13 por noviembre de 1996 se decidió por mezcla de pibes y algunos suplentes. Ese 17 de noviembre debutó frente a Estudiantes: Cavallero;Zandona,Banegas,Franco y Williams;Rivero,Galeano,CUBERO y Mauro Cantoro; Asad y Cordone. Ese domingo la orden fue marcar a Gastón Córdoba En el segundo tiempo fue reemplazado por Diego Trotta.

También ingresaron esa tarde noche y debutaron Rodrigo Marangoni y su compañero de pieza: Ariel Ercoli.

Se dio el gusto de jugar con sus amigos de la pensión y con algunos consagrados. En 1997 no pudo hacer pie en la primera. Algunos partidos en el banco y muchos en reserva. Pero Pekerman lo seguía y lo citó para el Mundial sub 20 de Malasia. Jugó la final frente a Uruguay y la ganaron 2-1. Se consagró campeón mundial con algunos chicos que había jugado en el mundial sub 17: Cambiasso, Pablo Aimar, mas algunos otros que luego se consagrarían y jugaron mundiales de mayores: Riquelme, Leo Franco, Walter Samuel, Lionel Scaloni.

En 1998 Bielsa lo incluyó en algunos partidos del Clausura y se consagró campeón. Siempre como volante central. En el segundo semestre ya tuvo más rodaje. Jugó 12 partidos y empezó a quedarse con el puesto. Al año siguiente se ubicó marcando punta derecha (a excepción de algunos partidos) y no se movió mas de ahí. Una de línea de 4 recordada formó con Seba Méndez y los 2 Domínguez, en un equipo que de a poco se iba mutando y los ganadores de TODO, quedaban en cuenta gotas. El comienzo del nuevo siglo fue duro: Muchos pibes y pocos resultados. Con el arribo de Ischia a fines del 2002 la cosa cambió. Los pibes empezaron a animarse. Su garra, marca y algunos roces que le sacaba chispa a los rivales empezaron para que desde la hinchada baje el grito de guerra: CU-BE-RO, CU-BE-RO.

Marcó el camino con un gol en 2005 en el partido con Estudiantes (mismo rival del debut) para conseguir un título que no se daba desde hace 7 años. Conoció a Nicole, una de las mujeres más hermosas del país, la que terminó siendo su esposa en una sesión fotográfica en el Amalfitani y emigró a México por más de un año y medio. Regresó en 2008. Al año siguiente volvió a salir

campeón. Fueron 300, 400,500 partidos. Con pelo largo, con el rostro ensangrentado, con las mañas propia de un jugador de su experiencia. Superó a un emblema como Pedro Larraquy. Siguieron los títulos: Clausura 2011, Apertura 2012, Supercampeón 2013, Supercopa Argentina 2014. Tres hijas, Cinta de capitán multicolor y nombrado recientemente como personalidad destacada del deporte en la Ciudad de Buenos Aires y en su Mar del Plata natal. Además del record de partidos, tiene el de jugador más longevo con la camiseta de Vélez en anotar, sumado a las amarillas y rojas, que a modo de chanza, manifiesta que el porcentaje es bajo en base a los partidos que disputó.. Jugó más de 20 años en Vélez, en tres décadas distintas. Con un pequeño bolsito llegó a la pensión del club. Jamás nadie (ni siquiera él) imaginó que llegaría a jugar 600 partidos. Pocos en la historia del fútbol llegaron a semejante cifra con una camiseta. Decir Cubero es decir lo mismo que decir Vélez. Brindar por otros 600 parece imposible, pero sabiendo que es Cubero todo puede pasar. Todavía queda guión para seguir escribiendo este cuento de ensueño. Felicitaciones POROTO. Leyenda viva de nuestro Vélez.

Osvaldo Rao