Mientras Patricio Camps iniciaba su
carrera loca con rumbo fijo a la platea sur baja, un sinfín de imágenes
de vueltas olímpicas comienzan a sucederse en torno a la V azul. Así se
lleva la camiseta a la boca para contener tanta euforia que buscaba
romperle la boca en un grito inolvidable de gol.
De ese modo, unas 50 mil almas
fortineras se unían en una comunión como fieles peregrinos en la
procesión de un mismo sentimiento, ese que se viste de gloriosa V de
radiante azul y un prestigioso blanco paño de la libertad en la
religión velezana.
Aquel 4 de diciembre de diez y tres años de
distancia a este, lleva consigo mismo el aire inolvidable e indeleble
de aquellos días, en los que Sudamérica tenía un nuevo campeón. Un
Supercampeón.
Con la grandeza histórica de ser
invencible, con la seguridad del éxito impreso en cada jugada, con esa
mezcla perfecta y exacta entre experiencia y juventud, con el hambre
intacta en sus miradas y en sus dientes apretados. Cualidades de un
equipo que se hizo fuerte en las difíciles y mucho más grande en la
grandeza misma.
Entonces desborda Martín Posse paralelo
a la platea norte baja, y su centro rasante se confunde en los pies de
un desesperado defensor brasilero y el balón caprichoso se decide a
abrirle la puerta a la locura. Así señala con sus dos dedos índices al
cielo y clava sus rodillas en el césped para esperar del cielo la
bendición de gloria que bajaba en un nuevo grito de gol desde las
gradas.
Porque cayeron rendidos y maltratados
ante sus pies equipos de grandeza histórica continental como el Gremio
y el Santos de Brasil, y Olimpia de Paraguay. Porque las marcas que
otros no podían torcer ni siquiera romper en tierras lejanas e
inexpugnables, este equipo las partía con el facilismo del toqueteo
insolente y la guapeza del barrio.
Porque el ciclo no estaba terminado.
Porque a esa historia aún le quedaban y le quedan muchos capítulos por
contar. Porque la camiseta tiene una V llena para albergar cuantas
estrellas sean necesarias, aún así sean super estrellas. Porque el
todos los caminos de gloria conducen al barrio de Liniers. Porque se llevó para el barrio de liniers la última copa que faltaba conseguir por ese entonces; y tras la desaparición del trofeo, convertirse en uno de los pocos equipos argentinos que la pueden mostrar en sus vitrinas.
Mientras Mauricio Pellegrino junto a
José Luis Chilavert ofrendan esa gigante y nueva conquista a sus
peregrinos, la historia de Vélez Sarsfield daba una nueva vuelta de
página; de esas firmes y seguras, de esas imposibles de arrancar.
Carlos Alberto Martino.
LOS PASOS DE UN SUPERCAMPEÓN
Octavos de Final:
Partido de ida (18/09/96):
Gremio (Brasil): 3 (Saulo, Arce y Ailton) - Vélez Sársfield 3 (Patricio Camps, Guillermo Morigi y Mauro Galvão en contra)
Expulsados: Mauricio Pellegrino (VS) y Adilson (G)
Estadio: Olímpico de Porto Alegre
Árbitro: Julio Matto (Uruguay).
Partido de vuelta (02/10/96)
Vélez Sársfield 1 (Christian Bassedas) - Gremio (Brasil) 0
Estadio: José Amalfitani
Árbitro: Jorge Nieves (Uruguay).
Cuartos de final:
Partido de ida (16/10/96):
Vélez Sársfield 3 (José Luis Chilavert, Patricio Camps y Christian Bassedas), Olimpia (Paraguay) 0
Estadio: José Amalfitani
Árbitro: Sidrack Marinho (Brasil).
Partido de vuelta (23/10/96):
Olimpia (Paraguay) 0 - Vélez Sársfield 1 (Patricio Camps)
Estadio: Defensores del Chaco
Árbitro: Julio Matto (Uruguay).
Semifinal:
Partido de ida (30/10/96):
Santos (Brasil) 1 (Alessandro) - Vélez Sársfield 2 (Martín Posse y José Luis Chilavert de penal)
Estadio: Municipal João Havelange (Uberlândia)
Árbitro: José Luis Da Rosa (Uruguay).
Partido de vuelta (14/11/96):
Vélez Sársfield 1 (Martín Posse) - Santos (Brasil) 1 (Robert)
Estadio: José Amalfitani
Árbitro: Oscar Velázquez (Paraguay).
Final:
Partido de ida (20/11/96):
Cruzeiro (Brasil) 0 - Vélez Sársfield 1 (José Luis Chilavert de penal)
Estadio: Governador Magalhães Pinto (Mineirão)
Árbitro: Oscar Ruiz (Colombia).
Partido de vuelta (04/12/96):
Vélez Sársfield 2 (Patricio Camps y Gelson en contra) - Cruzeiro (Brasil) 0
Incidencia: Dida (C) le atajó un penal a José Luis Chilavert (VS)
Expulsados: Nonato (C), Mauricio Pellegrino (VS), Fabinho (C) y Donizette (C)
Estadio: José Amalfitani
Árbitro: Julio Matto (Uruguay).
A lo largo de la competencia, Vélez
Sársfield disputó 8 partidos de los cuales ganó 6 y empató 2. Convirtió
14 goles y le marcaron 5. En tanto, los goleadores del equipo fueron:
Patricio Camps (4), José Luis Chilavert (3), Christian Bassedas (2),
Martín Posse (2), Guillermo Morigi (1), Gelson (Cruzeiro, Brasil) en
contra (1) y Mauro Galvao (Gremio, Brasil) en contra (1).
A continuación, el plantel completo
que dirigió Osvaldo Piazza y sus respectivas presencias que obtuvo de
forma brillante la Supercopa 1996:
- José Luis Félix Chilavert (8)
- Sebastián Ariel Méndez (8)
- Raúl Ernesto Cardozo (8)
- Claudio Daniel Husain (8)
- Marcelo Adrián Gómez (8)
- Guillermo Carlos Morigi (8)
- Martín Andrés Posse (8)
- Patricio Alejandro Camps (8)
- Víctor Hugo Sotomayor (7)
- Mauricio Andrés Pellegrino (7)
- Christian Gustavo Bassedas (7)
- Marcelo Hugo Herrera (5)
- Flavio Gabriel Zandoná (4)
- Fernando Daniel Pandolfi (4)
- Carlos Horacio Cordone (4)
- Omar Andrés Asad (3)
- Héctor Gabriel Banegas (2)
- Federico Hernán Domínguez (2)
Completaron la lista de buena fe los siguientes jugadores: Pablo Oscar Cavallero, Darío Maiorani, Darío Fernando Husain y Cecilio Andrés Galeano.