Sergio ""Maravilla"" Martínez retuvo por puntos la corona mundial de los medianos del CMB ante el inglés Martin Murray, con un lleno total del estadio José Amalfitani de Liniers que albergó una velada de Box histórica para el Deporte Argentino bajo una intensa lluvia. El Campeón cayó en el octavo y se mostró endeble, pero el inglés le perdonó la vida y Maravilla mantuvo la corona por fallo unánime 115 a 112. Historia en Vélez.
Ni siquiera la lluvia quiso perderse una noche única, especial, inolvidable. El estadio que vivió tantas vueltas olímpicas de fútbol con el Fortín, que vibró con los más fantásticos recitales, o con la visita de personalidades destacadas del mundo; se vistió por primera vez en la Argentina y como siempre pionero de espectáculos de vanguardia, de una velada de Boxeo Internacional.
Fue la primera pelea en el país del último gran Campeón del Mundo Argentino. Sergio ""Maravilla"" Martínez cumplió el sueño de pelear para defender el título del mundo en su tierra y el Amalfitani era el escenario ideal para la contienda. El retador, el inglés Martin Murray, desde su bajo perfil hacía impredecible lo que podía suceder arriba del ring.
El estadio lució impecable a pesar de la lluvia que se empecinó con intentar arruinar la fiesta. La ambientación, la colocación del ring cubierto, el ring-side, y hasta el sector VIP debajo del estacionamiento cubierto fueron a la altura de lo que demandaba el evento. Sin dudas, la salida al campo de los dos boxeadores, fue el momento sublime de la velada, donde el clima y el aire se volvió espeso y ya poco importaba la lluvia.
Maravilla fue más en el arranque, mostrándose sin fisuras de la principal duda que presentaba en su rodilla operada. Murray en cambio, optó por una táctica más paciente y expectante, como acomodándose al contexto. Con el desarrollo de la velada, el inglés soltó más las manos y empezó a desnudar las falencias del Campeón, nivelando las tarjetas a la vista de todos. Al punto tal, que en el momento crucial de la velada, en el octavo round, Murray conectó el rostro de Martínez y lo llevó a la lona.
Desde ahí, todo el quilmeño y todo el estadio Amalfitani entendieron que la pelea debía llevarse hasta las últimas consecuencias para que el cinturón se quede en casa. Murray mostró poco para destronar al Campeón, le faltó ese toque final de decisión para ir en busca de la gloria. Si querés ser Campeón del Mundo tenés que demostrarlo arriba de ring y si bien hizo las cosas mejor, le perdonó la vida y ya se sabe lo que sucede cuando esto ocurre. Maravilla, tocado y lastimado en una mano, fue a tratar de torcer el destino de las tarjetas y si bien no fue con todo su potencial, le bastó para retener el título por fallo unánime de los tres jueces por 115 a 112.
Envuelto en la bandera argentina y sobre un rincón, el Campeón Argentino se unió con las más de 40 mil personas en un solo grito: "Ar-gen-tina!!!, Ar-gen-tina!!!". Emocionado y recibiendo el calor y el abrazo de todos.
Tiempo de palabras y Maravilla no escatimó en sentimiento para su gente. "Los quiero mucho. Este campeonato es de todos los argentinos. Con una mano, con una caída... Toda esta gente me levantó, me ayudó a pelear con una mano", dijo. "Yo sabía que al final me levantaba. Pongo el corazón, la garra. Eso saqué en esta pelea, en los últimos rounds. Lo tuve mal a Murray en el 11, pero mi mano no me ayudó", admitió Martínez apenas terminó la pelea.
En el escenario de grandes proezas, el Campeón fue más Campeón en la Casa del Campeón. Salud Maravilla!!! Histórico Vélez!!!!.
Carlos Alberto Martino
Twitter: @martineta16
